Aunque al principio los síntomas pueden resultar muy parecidos, la gripe no es lo mismo que un resfriado, ya que los síntomas de la primera son bastante más fuertes que los de un resfriado común. A nivel interno, el resfriado es provocado por una bacteria mientras que la gripe por una infección vírica. En el primero los antibióticos pueden ayudar a combatir la enfermedad, aunque con la gripe no. En ambos caso, si tu hijo ha enfermado, es conveniente que tengas en cuenta algunas recomendaciones tanto de alimentación como higiénicas. ¡Apunta!
Síntomas de la gripe
Los síntomas que provoca la gripe suelen ser muy significativos entre los que se encuentran tos, garganta irritada, mocos, fiebre de más de 38 grados, diarreas, vómitos, dolor de cabeza, de articulaciones y de músculos y en ocasiones incluso, infecciones de oídos o sinusitis provocadas por los mocos.
Evitar en caso de gripe
En caso de que tu hijo haya contraído la gripe lo que no tienes que hacer es darle antibióticos ni aspirinas, ya que el ácido acetilsalicílico puede crearle fallos hepáticos.
Debes tener en cuenta que la temperatura real de un niño, va a ser la media de las 24 horas del día, ya que por la mañana la temperatura generalmente es más baja y por la tarde tiende a subir.
Si tu hijo tiene gripe no conviene llevarle a lugares cerrados y en los que haya mucha gente. Debe evitar acercarle a niños que estén enfermos, a ancianos y a bebés. Aunque lo hayas oído muchas veces, no le des ningún baño frío, ni con alcohol, ni con hielo, ya que lo único que vas a conseguir es provocarle temblores y empeorar su estado. Lo mejor es darle un baño tibio.
Si está con gripe no le obligues a comer y tampoco compartas los vasos, cubiertos, bebidas ni comida con otros pequeños. Lo mejor en estos casos es tener al niño en reposo y darle antitérmicos para intentar aliviarle la fiebre.
Es muy importante que exista humedad en la habitación en la que se encuentre el niño para favorecer la secreción de la nariz. Para ello se puede usar un humidificador, aunque con la precaución de lavarlo todos los días ya que suelen acumularse moho y bacterias en ellos.
Se recomienda llevar al pequeño ligero de ropa sin taparle mucho para que no le suba más la fiebre. Para evitar que se deshidrate hay que darle mucho líquido ya sea en forma de agua, de zumos, de limonada, de caldos, etc.
Aunque no suelen tener hambre cuando están con gripe, lo mejor es darle una dieta ligera con alimentos blandos. También se recomienda darles alimentos con azúcar como pan o galletas, o incluso dulces pero que no contengan grasas, para que lo puedan digerir mejor.
Acostumbra al niño a que se tape la boca con un pañuelo cada vez que estornude o tosa, así como a lavarse con frecuencia las manos con agua y jabón para evitar contagiar a los demás.
Con estos fáciles consejos se conseguirá que el niño bastante mejor además de no contagiar al resto de la familia y a sus amiguitos.