Por desgracia, cada día es más común que muchas personas sufran de problemas de insomnio y a las que les cuesta especialmente enfrentarse a la actividad diaria, debido a un escaso y mal descanso nocturno. 
Cuál es la estructura del sueño
En el momento de dormir nos encontramos con diferentes fases en el sueño que necesitan que se lleven a cabo de una forma correcta para conseguir un buen descanso. Una alternancia de sueños ligeros con sueños más profundos tienen lugar durante distintas fases de la noche que si sufren alguna alteración, impedirán que tengamos un sueño todo lo reparador que se necesita para afrontar el día siguiente como se merece.
Uno de los principales causantes que hace que nuestro descanso no sea el merecido y que consigue que al levantarnos sigamos encontrarnos cansados, con serias dificultades para concentrarse, irritables y que incluso llegan a provocar un bajo rendimiento tanto intelectual como físico, es el estrés.
Trabajar en exceso, discusiones con familiares, amigos o compañeros de trabajo, un abuso del tabaco y de bebidas excitantes, como el café o el alcohol, etc., influirán de una manera negativa para conseguir un sueño tranquilo.
Cómo combatir los problemas de sueño
Si se han seguido las pautas comentadas en la primera parte y aún así no se han conseguido los resultados deseados, es aconsejable acudir a un médico para que nos de una solución adecuada a nuestro problema.
El doctor revisará nuestros hábitos y nos podrá dar los consejos necesarios para que consigamos descansar durante la noche. También puede recomendarnos algunas técnicas de relajación como el tai chi o el yoga que nos ayudarán a solucionar los problemas de insomnio causados por el estrés. Una terapia de tipo cognitivo que nos permitirá aprender pensamientos y actitudes que favorezcan el sueño y la relajación o incluso terapias alternativas como masajes, también servirán de gran ayuda para reducir la ansiedad y el estrés diario.
Si tras estos consejos, se sigue sufriendo de problemas a la hora de dormir, el especialista puede recomendarnos el uso de algunos somníferos como la melatonia, que sin crear adicción, consigue que se concilie el sueño cuando el problema es algo puntual. Las benzodiacepinas también ayudan a evitar el número de despertares y el insomnio, pero hay que saber que pueden crear adicción y que tras usarlos durante un corto período de tiempo, su eficacia se reduce considerablemente. Más eficaces que éstos últimos son los fármacos Z que tienen un menor riesgo de adicción pero también de tolerancia. Por último, también suelen recetarse en casos graves, algún tipo de antidepresivos que se usan sobre todo, cuando los problemas de sueño están causados por la depresión. En cualquier caso, cualquiera de estos medicamentos deben utilizarse, siempre y únicamente bajo recomendación médica.
