Buenos hábitos alimenticios

Todas las mamás, llegados los 6 meses de edad de su bebé, comienzan a darles alimentos complementando la leche del pecho o la mamadera. Pero a veces, y muy a menudo, el niño se reúsa a comer rechanzando algunos alimentos. ¿Qué se puede hacer al respecto? Buenos hábitos alimenticios Recomendaciones para que el niño se acostumbre a alimentarse bien

Al bebé se le debe ofrecer un menú variado desde el primer momento, para lograr que coma de todo mientras vaya creciendo. Siempre adecuándose a la recomendaciones del pediatra y a los alimentos adecuados para cada edad. Hay que prepararle platos con diversas texturas, sabores y consistencias. Así el bebé desarrollará una buena relación con las diferentes comidas desde pequeño.

No siempre la cara de asco que hace el niño, significa que no le gusta la comida que está probando, sino que esta expresando curiosidad ante algo nuevo que no sabe que es, y que además debe meterlo en su boca.
A medida que el bebé conozca más tipos de alimentos, menos serán los que rechazará, ya que le serán familiares, pero para que esto suceda se les debe dar un alimento repetidas veces. Quizás la primera o la segunda vez no lo coma pero lo examine y juegue con él, y la siguiente vez lo probará. Se debe insistir, y no enojarse… hay que tener paciencia. Algunos profesionales dicen que puede ser que haya que intentarlo diez veces antes de que acepten algún alimento.

Es importante que sea en un momento en que tenga bastante hambre, así será más difícil que se reúse.
Sin embargo, también se debe aceptar luego de intentar, que algunas comidas no sean del agrado del niño, cosa que obviamente es natural en todas las personas. Igualmente, a pesar de que un alimento no le guste, no se debe dejar de darle alimentos de la misma familia, es decir, si no le gusta el yogur, no es necesario dejar de darle queso o leche. Siempre se debe buscar la manera de reemplazar un alimento que no le guste, por otro que le porte los mismos nutrientes.

Aproximadamente a los 10 meses de edad, el niño empieza a intentar comer por sí solo. En este momento se les puede agregar a sus comidas carne, pollo, frutas, queso, galletitas, etc., todo lo que se le pueda dar en forma de cubitos o pedacitos, que pueda agarrar con su mano y conocer a través del tacto, cosa que antes no hacía… de esta manera será más fácil en algunos casos, ya que es él mismo quien se mete los alimentos en su boca.

De bebé a niño

A partir de esta edad es cuando su aumento de peso empieza a mantenerse casi sin variar, a diferencia de los meses anteriores donde cada mes aumentaba considerablemente.
Esto se debe al aumento de su actividad física. El niño ya camina, corre, juega, sube y baja y todo el tiempo, experimenta al conocer cosas nuevas, por lo cual gasta muchas más calorías que antes.
Cuanto más ágil e inquieto es el niño, más tejido adiposo pierde. Esta es una fuente de energía extra para su cuerpo, y por eso disminuye la necesidad de calorías que le incorpora el alimento.
Es importante saber esto, para saber qué es lo que está pasando en el organismo del niño y no sea una lucha entre este y la mamá cada vez que sea la hora de comer.