Superalimentos para que nuestros pequeños consuman en otoño

Durante la época otoñal la naturaleza nos ofrece hortalizas y verduras que además de ofrecernos un agradable sabor, resultan una enorme carga de vitalidad y de salud tanto para nosotras como para nuestros hijos. Superalimentos para que nuestros pequeños consuman en otoño

Los cítricos

Estos alimentos resultan unos excelentes guardianes para el organismo de nuestros hijos. Los pomelos, las naranjas o las mandarinas son un depósito de vitaminas naturales que cuentan con numerosos factores protectores.

La cualidad principal de estos alimentos consiste en la gran cantidad de vitamina C que contienen y que no sólo resulta importante para mejorar nuestras defensas sino que participan también en la formación de diversos tejidos como los dientes, el colágeno, los huesos o la piel, además de desarrollar una acción antihemorrágica muy poderosa, hasta llegar al punto de que uno de los típicos síntomas de padecer una carencia de esta vitamina es la fragilidad de nuestros capilares con las consiguientes pérdidas de sangre.

Igualmente son ricos en potasio así como pobres en sodio; contienen un gran contenido de calcio y de fósforo y aportan una enorme cantidad de vitaminas pertenecientes al grupo B.

La uva

Esta fruta es muy famosa por su gran capacidad depuradora además de contener sustancias nutritivas muy importantes. Sus azúcares proporcionan la cantidad de energía necesaria y el alto contenido que tienen en fibra resultan muy apropiadas para regular el intestino de nuestros hijos.

Su importante cantidad de silicio y de ácido fosfórico la convierten en una fruta idónea para reconstituir el sistema nervioso además de ser protectora del cabello y de la piel. Sus tatinos están dotados de una serie de propiedades astringentes útiles sobre todo para equilibrar el efecto laxante de sus azúcares.

Las espinacas

Esta verdura contiene un alto poder antioxidante además de tener un muy bajo contenido calórico mientras que aporta muchas sustancias muy útiles para todos los organismos, especialmente el de los niños, por su gran aporte de vitamina A, de potasio, de magnesio, de cinc, de fósforo y de calcio.

Aunque uno de los mayores mitos que se atribuyen a la espinaca es su gran aporte de hierro, lo cierto es que cuenta con el mismo que podemos encontrar por ejemplo en la carne procedente de caballo, aunque las espinacas lo contienen como fosfato de hierro, algo que hace más difícil la absorción en el organismo. En cualquier caso más que el hierro, las espinacas cuentan con ácido fólico que está relacionado directamente con propiedades antianémicas por ser indispensables para una correcta formación de nuestros glóbulos rojos.

El caqui

Su agradable sabor dulce es debido a la presencia de azúcares de tipo simple que resultan perfectamente asimilables para el organismo humano y que se transforman de una manera inmediata en energía. Además este alimento ayuda a combatir el estrés oxidativo que se produce por la contaminación por su alto contenido en sustancias antioxidantes como la protavitamina A, también conocida como betacaroteno y de vitamina C. Su alto contenido en agua también le confiere unas eficaces propiedades diuréticas resultando ideal por tanto para eliminar los líquidos que sobran como para depurar el organismo.