Consejos sobre la lactancia materna

La lactancia materna puede que sea uno de los momentos más esperados por una madre, ya que por fin puede tener en brazos a su bebé junto a la calidez de su pecho, aunque también es un período de grandes incertidumbres como por ejemplo la mejor manera de sujetar al bebé para darle de mamar. A continuación queremos despejarte todas las posibles dudas que puedas tener.

Preparar los pechos

La preparación no debe ser sólo física sino también emocional. Antes de poner a tu bebé a succionar, debes comprobar que no tengas ninguna grieta o escozor que pueda provocarte dolor. Además si tus pechos están muy llenos, pueden dolerte. Por eso es recomendable vaciarlos con un extractor de leche antes de darle de comer a tu bebé. Por último la higiene de los pechos es importantísima por lo que debe realizarse una ducha diaria con un jabón que sea suave.

Ponerse cómoda

Siempre debes adoptar la posición más cómoda para amamantarlo. Una puede ser hacerlo en la cama tumbada de lado apoyándote sobre una almohada y colocando al bebé a la altura de tu pecho sobre la cama. También puedes hacerlo sentada con el bebé en brazos. Lo principal es colocar la nariz de tu hijo a la altura del pezón para que cuando abra la boca pueda agarrar la mayor parte de la aureola.

Tomarse el tiempo necesario

Es fundamental que el momento de amamantar sea lo más placentero y relajado para los dos, por lo que no debes estresarte si notas que el bebé tarda demasiado. Tampoco debes asumir que se ha quedado con hambre si ha vaciado tu pecho en cinco minutos, ya que cada niño tienen un ritmo particular de succión y poco a poco irás descubriendo cuál es el de tu hijo.

Ayudarle a hacerlo bien

Aunque todos los bebés nacen con el instinto natural de succionar, si notas que no se agarra bien al pecho, no va a poder sacar toda la cantidad de leche que necesita. Por eso presta atención a la forma en que coloca su boca y ayúdale si así lo necesita. Debe tener la boca muy abierta con el labio inferior hacia afuera para que abarque la mayor cantidad posible de aureola. Aunque veas que su nariz está pegada totalmente a tu pecho, no sufras porque no se va a asfixiar.

Dale cuanto quiera

Los primeros días lo más aconsejable es darle de comer cada vez que lo pida, ya que mientras más estímulo reciban tus pechos, mayor va a ser la producción de la leche. Durante el primer mes lo ideal es dárselo cada tres horas para evitar un bajón de glucosa en el bebé.

Por otra parte la producción de la leche varía a lo largo del día y según van pasando las semanas, para poder adaptarse a las necesidades nutricionales del bebé. Así por ejemplo durante los primeros días después del parto, la leche es de color amarillento y se la conoce como calostro, siendo la que mayor contenido protéico y propiedades antibacterianas contiene. Además la leche parecerá aguada al comienzo de la toma e irá aumentando el contenido de la grasa al final, por lo que deberás vaciar el pecho para conseguir todos los beneficios de la misma.