¿Qué es la anorexia? Parte I

Un hábito incorrecto en la alimentación puede llegar a provocar una delgadez extrema, conocida como anorexia nerviosa que consiste en la insuperable obsesión de necesitar tomar todas las precauciones posibles para perder peso. ¿Qué es la anorexia? Parte I

Definición de anorexia

No comer, comer poco o sólo aquellos alimentos que nos aportan menos calorías, hacer ejercicio y en general, vivir pendiente prácticamente de forma exclusiva, de tratar de evitar ingerir alimentos, se conoce como anorexia.

A pesar de la gran complejidad a todos los niveles que supone enfrentarse a este trastorno, se han establecido una seria de criterios para diagnosticar esta enfermedad y que son los siguientes: en primer lugar, las personas que padecen este tipo de trastorno alimenticio sienten un inmenso temor a hacerse obesos, lo que les lleva a disminuir la cantidad de comida que ingieren de una manera brusca, aunque perciban que van descendiendo de peso de una manera considerable. A la vez van consiguiendo un trastorno de la imagen corporal, es decir, el afectado se sigue sintiendo “gordo” a pesar de estar demacrado. Una pérdida de peso de al menos el 25% del peso corporal originario y una negativa a mantener el peso por encima de un peso mínimo normal para la edad y la altura y una nula existencia de una enfermedad física conocida que explique esta pérdida de peso, son otros de los síntomas más significativos que pueden indicarnos, que alguien cercano a nosotros, puede estar padeciendo esta enfermedad

Síntomas de la anorexia

La negativa a comer acaba produciendo modificaciones en todas la áreas de la vida de la persona anoréxica. Esta actitud se inicia con una serie de pensamientos acerca del exceso de peso o del deseo de estar más delgado, lo que afecta a las emociones y sentimientos y desemboca en un determinado comportamiento, además de repercutir en su relación con el mundo exterior, para terminar produciendo graves alteraciones en el organismo.

Jóvenes entre la pubertad, la adolescencia y la primera juventud, sobre todo mujeres de cualquier raza y estatus social, sufren una serie de distorsiones respecto a su cuerpo que llegan a convertirse en un tema obsesivo que conlleva una serie de pensamientos distorsionados que si no controlan, no serán capaces de llevar una vida saludable.

La primera cuestión para comprender a la persona anoréxica es darse cuenta de lo que piensa de sí misma. Fundamentalmente no se gusta a sí misma y por lo tanto, no puede gustar a los demás, lo que da como resultado una pobre autoestima. La anoréxica sufre una alteración de la percepción interna que le hace actuar como si los estímulos relacionados con el hambre no fueran percibidas, por ejemplo, las contracciones gástricas que se producen por la sensación de hambre, no llegan a interpretarlas como tal. Les cuesta explicar de una forma adecuada sus estados físicos y emocionales, a la vez que sienten a su cuerpo como algo extraño que deben controlar y vencer mediante la alimentación. Estas personas llegan a carecer por completo de la objetividad necesaria para apreciar las dimensiones de su cuerpo. Por todo esto, deciden pasar a la acción y reducir la ingesta de alimentos, que puede comenzar por una dieta razonable, pero que, a medida que se van excluyendo productos, suele acabar en una negativa a ingerir casi cualquier tipo de comida.