Moda en tiempo de crisis

Tener a nuestros hijos bien vestidos habla de nuestra personalidad frente a la sociedad; pero hay que tener en cuenta que en tiempos de crisis, las opciones existen. Moda en tiempo de crisis

Ir a la moda es algo que a todos nos gusta. Nadie quiere que se le señale como anticuado o desfasado. Gastar poco y vestir con estilo es algo que requiere talento. Actualmente podemos decir que es un reto y una conquista.

Un reto porque hay que saber repensar la combinación de la ropa y de los accesorios, intentando dar un nuevo aire a nuestro look. A veces es cuestión de revisar todo lo que tenemos, en ese gran fondo de armario que hemos ido haciendo durante años. Primeramente deshacernos de todo lo que realmente no nos sirve, para no tener falsas expectativas. Después intentar customizar las prendas que todavía estén en buen uso, pero quizá necesiten algo de reforma. Podemos conseguir prendas muy originales con un poco de imaginación. Otro asunto importante es tener una actitud positiva frente a ropa que, sin saber por qué, la hemos ido retirando del uso o ni siquiera la hemos estrenado.

Una conquista en primer lugar sobre nosotras mismas: decidir firmemente vivir con una economía de guerra y evitar cosas que nos hacen caer en comprar:

a. Entrar en una tienda con la idea de mirar solamente.

b. Acercarnos a un mercadillo muy chulo que vende ropa barata de marca

c. Acompañar a una amiga de compras

d. Evitar crearnos necesidades y autoconvencernos de sin eso, ese conjunto no se puede poner.

e. Comprar algo que no conjunta con nada, porque está muy bien de precio

f. Pensar que no se lleva nada de lo que tenemos

Es difícil imaginar una mujer sin ilusión por ir guapa y arreglada, y eso es lo que debe ser. Además si una mujer está casada, cada día ha de reconquistar a su marido. Pero hay que adaptarse a la situación globalizada de economía en crisis. No quiere decir que no podamos adquirir nada, pero la también generalizada sociedad de consumo, nos lanza continuamente mensajes de nuevas necesidades.

Ir contracorriente e ir a la moda es una heroicidad posible. Habrá que poner el acento en el cuidado del porte, en detalles aparentemente poco relevantes pero que reflejan elegancia:

a. Replanchar la ropa antes de ponerla

b. Llevar los zapatos limpios y con brillo

c. Incorporar siempre algún accesorio: un pañuelo, un foular, un collar, unas pulseras…

d. No salir nunca a la calle sin pintar, aunque sea levemente: un poco de colorete, brillo en los labios, un poco de sombra en los ojos.

La moda no nos puede esclavizar, ni condicionar. La mayoría de las mujeres saben cómo darse ese toque sencillo pero que denota cuidado y sobre todo pensar en los demás. Si tenemos esto presente cada día el planteamiento a la hora de vestirse es otro. La moda, en definitiva, la lleva y la impone cada uno con su propio estilo. La imagen de cada uno es su tarjeta de visita. Por el modo en que nos presentamos estamos enviando un mensaje a los demás, y ellos lo perciben y de acuerdo con eso nos tratan de un modo u otro.