Espasmos de los bebés cuando duermen

Los espasmos o movimientos que suele hacer un bebé durante sus primeras semanas de vida, a veces pueden resultar un poco alarmantes, sobre todo cuando los padres son primerizos, pero la verdad es que es algo totalmente normal y no hay que alarmarse por ello. Es más, seguramente tú en alguna ocasión hayas experimentado en alguna ocasión estos espasmos cuando estás a punto de dormirte. Se llaman mioclonías del sueño y son bastante habituales.

Espasmos en los adultos

Cuando un adulto sufre un espasmo se encuentra asociado a los sueños. Muchas son las personas que dan un salto en la cama cuando están soñando que se caen de algún lugar, aunque hay veces que ni siquiera somos capaces de darle una explicación. También sucede lo mismo con el movimiento de los ojos involuntario cuando estamos durmiendo.

Estudios llevados a cabo han demostrado que cuando el cuerpo se va rindiendo al sueño y vamos abandonando el mundo exterior, la mente empieza a crear su propio entretenimiento, emprendiendo una lucha entra la energía del día, en la que el sistema motriz se niega a abandonarnos por completo, y el sueño profundo en el que nos paralizamos muscularmente.

Pero la parte del cerebro que se encarga de la planificación, se encuentra suprimida por lo que la mente cuenta con vía libre para crear todo lo que quiera sin tener que estar sujeta a los estímulos externos, improvisando por tanto, a su gusto. Esos espasmos son, por consiguiente, los restos del mundo real que se filtran en el mundo de los sueños.

Espasmos en los bebés

Pero en los bebés no sucede de la misma forma. En un principio se pensaba que también eran provocados por los sueños, pero los estudios que se han llevado a cabo recientemente han podido demostrar que estos espasmos pueden deberse a la inmadurez del sistema motor de los recién nacidos.

Estos movimientos mioclónicos son bruscos y breves y se manifiestas de una manera repetitiva. Suelen darse en las cara, en las extremidades y en el abdomen y no duran más de veinte segundos. Según va creciendo el bebé suelen desaparecer, aproximadamente a los tres meses de edad.

Estos espasmos hay veces que pueden ser confundidos con ataques epilépticos y los padres se asustan mucho. Para diferenciarlos se pueden hacer dos cosas, la primera de ellas despertar al bebé, ya que las convulsiones de esta enfermedad no desaparecen cuando se despierta al niño, mientras que con los espasmos del sueño, sí. La segunda el comprobar el tipo de los movimientos. Si son rítmicos y cortos no hay de qué preocuparse. Si son largos y caóticos, sí.

En cualquier casi si tienes alguna duda sobre el tipo de movimientos que realiza tu hijo, tienes la opción de grabarlo en video y enseñárselo a tu pediatra para que te solucione las dudas.