Errores comunes de madre primeriza. Parte II

Con la llegada del primer hijo es normal cometer algún que otro error por miedo sobre todo a no hacerlo correctamente. Descubre los más corrientes y cómo los puedes evitar. Errores comunes de madre primeriza. Parte II No permitir que nadie toque o coja al bebé
Sean o no primerizas, todas las madres normalmente tiene miedo a que alguna persona que se encuentre enferma coja al niño o le bese por temor a que se contagie. De cualquier forma el sentido común nos dice que si alguien se encuentra con alguna enfermedad no se debe llevar a un bebé para evitar contagios y por supuesto, si la persona que se encuentra afectada es sensata, no deberá ofenderse en ningún caso. 
No hay que cambiar de pecho antes de terminar
Y es que la leche final es la que más sacia y alimenta al bebé ya que tiene más grasa que la que sale al principio. Cuando el pecho se encuentra completamente blando, es señal de que el bebé ya ha terminado, siendo ese el momento en que habrá que cambiar al otro pecho. Si el niño es aún muy pequeño es muy probable que enseguida se sacie, caso en el que habrá que cambiar al otro pecho para continuar después con el que no terminó, ya que es necesario vaciar los dos pechos para establecer una adecuada lactancia. 
Para que su pelo crezca más fuerte hay que raparle la cabeza
Esta es una idea bastante común entre las madres primerizas, pero los dermatólogos recomiendan no hacerlo ya que el pelo no por rapársele crece más fuerte, pues lo hace exactamente igual. Además si el bebé es todavía muy pequeño es bastante probable que cuando no tenga pelo en su cabeza pierda calor corporal en ésta. Hasta que no cumpla un año aproximadamente y siempre dependiendo de su herencia genética, el pelo del nene no será definitivo. 
Seguir los consejos de la abuela 
Lo que hace años resultaba perfecto para los bebés, hoy ya no lo es tanto. Aunque  es cierto que siempre viene bien echar mano de la sabiduría y de la experiencia de las personas mayores que ya han tenido hijos, el pediatra será siempre la persona que nos aconsejará lo que es más conveniente o no para el bebé, por lo que no se debe dudar ni sustituir por otras sus recomendaciones. 
Nada de hacerse la fuerte
Enfrentarse a un parto y después cuidar del bebé es un gran esfuerzo tanto mental, como físico y emocional por lo que es corriente que haya bajones y que se piense que es imposible hacer frente a todo.No hay que hacerse la fuerte y pensar que no se es buena madre porque no se pueda tirar en un momento dado para adelante, ya que eso no resulta bueno ni para la recién estrenada madre ni mucho menos para el bebé. Pedir ayuda cuando se necesita es lo más recomendable y siempre por supuesto, sin sentir remordimientos por ello ya que de esta manera se estará demostrando que se es humana y sobre todo una persona sensata.