Pensar en un nuevo embarazo para una mujer que ha vivido un aborto espontaneo no sencillo y a pesar de que le genere emoción y alegría, vivirá con miedo y precaución, temerosa de que algo le pase al bebé o que ella sea la culpable de que el embarazo nunca llegué a feliz termino. En realidad no es nada fácil y pensar de nuevo en un embarazo después de haber sufrido este proceso tan complicado como un aborto y un legrado, no es sencillo. Para una mujer que ha vivido esta experiencia, el temor, la depresión, la angustia y la inseguridad se convierten en sus constantes, así que tratan de llenar este vacío emocional con sus amigos o su familia, y aunque aún siguen estando tristes o pensativas, tratan de no tocar el tema.
El problema es que el primer embarazo es una especie de sueño y fantasía, lo que les genera la mayor alegría, el saber que crece una nueva vida, pero que por alguna circunstancia no se puedo llevar a cabo. Es peor en los casos donde el embarazo ha sido asistido, porque se había intentado por todos los medios lograrlo, y que sepan que el bebé ya no nacerá porque algo de lo que no se tuvo control ocurrió, es desastroso. Es tanto el cambio de vida que se sufre sin que el bebe haya nacido, que ya hay planes, compras y organización en los proyectos de cada padre. Necesariamente todo tiene que ser modificado de nuevo y así como la vida tiene que reajustarse a lo que era antes, también se reajusta la confianza en sí misma y es por eso que es tan complejo que una mujer piense de nuevo en quedar en embarazo, porque no saben si lo logrará, si el bebé nacerá o si tendrá que pasar de nuevo por ese duro proceso.
Siempre habrá una confusión de sensaciones y emociones, pues habrá una especie de resentimiento, ira y culpa porque el primer embarazo no se logró, pero también se llenará de felicidad y alegría esperando que para el segundo caso, todo salga bien. Hay mujeres que no aprenden a controlar sus emociones completamente, así que mientras logran un nuevo embarazo y el nacimiento de su hijo, tienden a tener una sensación de rabia a las mujeres que logran tener bebés, pero por lo general es algo que se supera.
Si ocurre y el embarazo se llega a dar, aunque se tenga una mentalidad positiva, siempre habrá señales de aleta y precaución y una mujer se puede volver tan obsesiva con el tema, que todo lo que haga le puede generar pánico y se cuida a un extremo tal, para que nada le ocurra a su pequeño. Otro comportamiento común, es que cuando el bebé nace, la madre se vuelve sobreprotectora, pues lo ve como un milagro y es necesario cuidarlo después de nacer, así como se hizo durante 9 meses.