El sentido del tacto del bebé y cómo estimularlo

El sentido del tacto es el primero que desarrolla y experimenta el bebé estando en el vientre materno, siendo esta la razón por la cual la estimulación táctil debería comenzar desde el preciso momento en que el bebé nace. El sentido del tacto del bebé y cómo estimularlo

Generalmente, ni bien nace el bebé es colocado en los brazos de su madre, logrando el estimulo de la piel que es básico para el desarrollo pleno del niño fortaleciendo los vínculos entre madre e hijo.

Existen diferentes formas de estimular este sentido y es posible hacerlo desde las primeras semanas de vida a través por ejemplo del contacto de la piel con sus padres.

Así, el hecho de llevar al bebé en brazos, acariciarlo o arroparlo hace que el pequeño se sienta seguro. También, llegada la hora del baño es un momento excelente para estimular al niño, cuando el sentido del tacto se mezcla con la calidez del agua, jabón y los movimientos de la madre o el padre que logran que el bebe pueda relajarse.

Los masajes son grandes ejercicios estimulantes del tacto, sobre todo después del baño y utilizando por ejemplo alguna crema humectante comenzando a masajear los pies del bebé y subir paulatinamente mientras se habla con él o se canta algo suavemente.

Ciertos juegos y actividades realizadas con juguetes aportan grandes estímulos para el bebé y también cuando el niño ya tiene más edad cuando ya puede ofrecerse al pequeño diferentes materiales con texturas rugosas, lisas, peludas y formas variadas.

Pelotas, cubos, muñecos de peluche son un gran fuente de estimulación del tacto y también lo son las ropas ya que el bebé tiene diferentes experiencias con sus propias prendas despertándole sensaciones y estimulaciones diferentes dependiendo del material del que está hechas.

En los primeros meses animar al bebé a tocar su rostro, pelo, boca, orejas a través de juegos lo estimulan y lo alegran. Es de suma importancia que los padres acompañen y ayuden al crecimiento del niño y la estimulación temprana es una de la mejores maneras de hacerlo, aprovechando no solo el sentido del tacto sino todos los sentidos una forma para que el niño aprenda todo con mayor rapidez.

A través de sus sentidos el bebé obtiene información de aquello que lo rodea pero también de si mismo, algo importante para su crecimiento y conocimiento. Ayudarlo en esta tarea es importante por ello se debe enseñar al niño a explorar su entorno para que pueda reconocer fácilmente los objetos.

Durante los primeros meses de vida el bebé reconoce los objetos llevándolos a la boca se irá modificando esto para que comience a utilizar el sentido del tacto para el reconocimiento de los objetos que lo rodean.

Enseñarle a juntar sus manos le hará sentir su propio cuerpo y así progresivamente se irán agregando objetos de diferentes texturas, formas y tamaños.

Por otra parte, el tacto posee cuatro componentes que son los encargados de proveer la información uno de ellos es el contacto con la piel que le permite localizar una persona, el otro es la sensibilidad térmica aprendiendo qué es calor y frío.

Para completar se encuentra la sensibilidad al dolor que le permite conocer y sentir el daño y aprender a evitarlo y una combinación de diferentes sensaciones e información a nivel muscular y articular que sirven para que el bebé aprenda a conocer su cuerpo como patalear, apretar las manos, etc.

Un mundo nuevo se presenta cada día para el bebé que comienza a reconocerlo y vivirlo a través de sus sentidos y entre ellos el del tacto uno de los más importantes en el comienzo de su vida.

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