Los recién nacidos duermen cuando se encuentran cansados y se despiertan cuando están hambrientos. No distinguen entre el día y la noche puesto que esta capacidad normalmente se desarrolla entre el tercer mes de vida y el sexto. Pero lo cierto es que se puede ayudar al bebé para que aprenda a diferenciar entre la noche y el día a una edad temprana y así poder establecer unos patrones de sueño. Descubre algunos consejos para conseguirlo.
Consejo número 1
Hay que mostrar al bebé una actitud positiva ante el sueño, haciéndole ver que dormir es algo agradable y no un castigo. Y es que muchas veces el sueño se utiliza como un castigo aislando al pequeño por algún comportamiento negativo, pero todo lo contrario, el dormir debe ser algo positivo con lo que disfrutar.
Consejo número 2
Para que el niño pueda dormir hay que procurarle un entorno tranquilo y silencioso y que tenga poca luz. Se le debe cambiar el pañal durante la noche, sólo si está mojado. Si en medio de la noche le das el biberón o el pecho, vuelve a dejarle en la cuna y aunque no se duerma rápidamente y se queje durante un rato, no pasa nada. No te levantes enseguida y déjale. Solamente si llora mucho y no se calma de ninguna manera, puedes tranquilizarle meciéndole un rato en la cuna o acariciándole.
Consejo número 3
Los niños más dormilones son generalmente los que han aprendido a dormir solitos. Y es que al despertarse por la noche no notan la soledad como una cosa negativa, ya que ven todo lo que tienen a su alrededor de igual manera que estaba antes de dormirse. Por el contrario a un bebé que se le da por ejemplo el pecho para que se duerma, y más tarde se despierte solo e n su cunita, seguramente se pondrá a llorar y no podrá volver a dormirse sin la presencia de su madre.
Por eso es importante que dejes al bebé en la cama cuando esté despierto aún. Entre la semana sexta y la semana duodécima, es cuando el bebé aprende a dormirse solo mejor, por lo que es aconsejable que sobre todo durante este período, se le procure llevar a la cama despierto.
Consejo número 4
Un método que se ha probado y con el que se consigue que el bebé duerma sin ninguna interrupción, es introducir una cena sólida tardía. Se puede comenzar poco después de su nacimiento o más adelante durante sus primeras semanas de vida. Hay que fijar un plazo para que el bebé reciba la última cena y mantenerse constante durante unos días. Aunque el bebé se haya quedado dormido o haya comido hace poco, no se debe prescindir de esa toma. Pasados unos días, el bebé se acostumbrará a ese momento y tendrá hambre, además de aprender otra regularidad que le ayudará a dormir por la noche de un tirón.