Combatir el dolor crónico. Parte I.

Más del 15% de las personas sufren algún tipo de dolor que se llega a prolongar más de seis meses. Lumbalgias, cefaleas o dolores en las articulaciones son los más habituales. Para paliarlos es imprescindible introducir algunos cambios en nuestra vida diaria y solicitar la ayuda de un buen especialista que nos ayudará a calmar la intensidad de dichos dolores. Combatir el dolor crónico. Parte I.

Defensas del organismo

Un dolor no aparece nunca por que sí. El dolor es un sistema de alarma que nos está avisando de que en nuestro organismo hay algo que no está funcionando como debiera, por tanto dicho dolor es una importante fuente de alarma y de defensa.  Pero en el momento en que se vuelve crónico, este dolor llega a perder su función por completo, además de perjudicar considerablemente la calidad de vida de la persona que lo sufre, ya que puede causar alteraciones de tipo emocional como por ejemplo, una depresión.

El dolor crónico se considera aquél que dura un tiempo superior a seis meses y que no responde a los habituales tratamientos como pueden ser los antiinflamatorios o los analgésicos, recetados normalmente para combatir cualquier tipo de dolor que no revista una excesiva gravedad.

Los dolores crónicos suelen afectar a las mujeres en mayor medida que a los hombres, sobre todo aquellas que rozan los 50 años de edad y que ya anteriormente contaban  con dolores osteomusculares, como lumbalgias, artrosis o cefaleas, propios por otra parte de la etapa de su vida en la que se encuentran.

Medidas eficaces para combatir el dolor

Aparte del tratamiento que nuestro doctor considere adecuado para combatir cualquier tipo de dolor, podemos seguir una serie de recomendaciones que nos permitirán sobrellevar de una manera más eficaz los ataques de dolor, como por ejemplo, mantener una actitud positiva sin sobredimensionar el dolor y  que aunque en ocasiones resulte muy difícil llevarlo a cabo, merece la pena intentarlo.  Mantenerse ocupado en cualquier actividad que nos permita olvidar durante un tiempo del dolor que se sufre, nos ayudará también a sentirnos mejor.

Relajarse es una de las mejores opciones que existen para olvidarnos de los dolores. El dolor llega a generar estrés y éste adrenalina, hormona que consigue aumentar más todavía las molestias. Para conseguir romper este círculo vicioso, podemos realizar actividades que nos relajen como el taichi, el yoga o ejercicios de respiración.

Si realizamos cualquier tipo de actividad física que sea adecuada a nuestro estado de salud, nos permitirá mantener las articulaciones en mejores condiciones, así como nuestra musculatura y nuestro sistema cardiovascular a la par que nos elevará el ánimo.

Sin dejar la medicación que nos haya recetado nuestro doctor, también podemos obtener un alivio grande con métodos como la hipnosis, la rehabilitación, la acupuntura o la quiropráctica. En cualquier caso, si el dolor nos llega a alterar emocionalmente, no debemos dudar a la hora de pedir ayuda a un psicoterapeuta que nos ayudará a combatir la ansiedad o la depresión que pueda generarnos esta situación.