Así son las contracciones de un falso parto

Aunque algunas mujeres no sienten las contracciones conocidas como de Braxton Hicks o contracciones del falso parto, hay otras muchas que sí. Si eres una de ellas, conviene que conozcas como son para que no te asustes. Así son las contracciones de  un falso parto

Contracciones después de la semana 20

Una contracción uterina es un encogimiento del saco muscular del útero que se acompaña de una fase de relajación. Se percibe como un endurecimiento en el abdomen y están presentes desde el comienzo de la gestación, aunque van cambiando de frecuencia, de intensidad y de duración según van pasando las semanas.

Las contracciones de un falso parto puedes comenzar a notarlas a partir de la semana número veinte o treinta e irán aumentando según se vaya acercando la fecha del parto, lo que suele confundir a las futuras madres. Su misión es madurar el cuello del útero y formar el segmento inferior de éste para ayudar en el momento de la dilatación. En resumen, estas contracciones son el entrenamiento que lleva a cabo el útero para el momento del parto.

¿Cómo saber si son contracciones de parto o no?

Este tipo de contracciones no son rítmicas o sea, su frecuencia no responde a ningún tipo de patrón siendo esta aleatoria, siendo muy normal tenerlas bien demasiado seguidas, como una cada dos o tres minutos o demasiado espaciadas, dos o tres en una hora entera. En cualquier caso suelen durar alrededor de treinta segundos y no son dolorosas aunque sí pueden resultar muy molestas. Por otra parte las que anuncian el parto sí que son dolorosas y van aumentando en intensidad según va pasando el tiempo, estando acompañados normalmente de moco vaginal que en ocasiones puede ser sanguinolento.

¿Cuándo hay que acudir al doctor?

Una vez están identificadas correctamente, se debe saber si pueden llegar a ser peligrosas o no. Si las contracciones se presentan con las características mencionadas anteriormente, nunca serán preocupantes o peligrosas, pero si se sufren antes de la semana número 37 y van aumentando en intensidad y adquiriendo un ritmo, se debería consultar con el ginecólogo. En cualquier caso siempre que las contracciones sean dolorosas, persistentes, van acompañadas de secreción vaginal mucosa o se siente escozor o molestias al orinas, también se debe acudir al doctor.

Contracciones de Braxton Hicks

Aunque estas contracciones no son dolorosas como ya se ha comentado, las molestias que puedan producir pueden ser más llevaderas para unas mujeres que para otras en función del umbral del dolor de cada una de ellas. Para aliviar dichas molestias las matronas recomiendan permanecer en reposo en decúbito lateral, caminar o ir cambiando de posturas. Si las contracciones son de parto, nada de esto funcionará, al contrario cada vez serán más largas e intensas se haga lo que se haga.

También hay que evitar coger peso y reducir la actividad física; usar ropa holgada y cómoda y evitar el estrés y relajarse dándose un buen baño con música suave o realizando ejercicios de respiración.

Si aun así las molestias se hacen muy cuesta arriba, se puede hablar con el ginecólogo para ver si es posible que recete algún tipo de relajante muscular o de analgésico.