El niño y sus amigos imaginarios

En muchas oportunidades es posible escuchar a los niños hablar de un compañero de juegos que no conocemos ni tampoco es posible verlo. Esto se debe a que el amigo está sólo en su imaginación.Se trata de un amigo imaginario, algo que debemos tomar como normal en una etapa de la infancia y que funciona como un ensayo que el pequeño hace para cuando lleguen sus futuras amistades siendo como un nexo entre la fantasía y la realidad de su propio mundo. El niño y sus amigos imaginarios

Solo es necesario que los padres presenten atención a aquello que su hijo expresa, aquello que les cuenta cuando habla con ellos de sus amigos y compañeros de juegos, ya que dentro de los nombres que menciona siempre existirá uno o más que los padres no conocen.

No se trata entonces de un nuevo compañerito de escuela pero tampoco el niño está mintiendo simplemente se trata de ese amigo invisible o imaginario que no existe en la realidad del mundo de los adultos sino que solo está en su cabeza, algo que ocurre en una etapa de la vida de cualquier niño que juego de forma diferente según el mometo evolutivo que el pequeño se encuentra atravesando.

Así, cuando el niño es muy pequeño suele concentrarse en su propio cuerpo ya que de esta forma puede descubrir sensaciones, temperaturas, texturas y volúmenes totalmente diferentes y novedosas para él.

En esa edad los niños son su propio centro de atención con relación a los juegos y no se producen por lo tanto ningún tipo de intercambio ni interacción con otros niños o compañeros de juego. El niño en esta etapa solo es un receptor y por ello es posible obserbar muchos niños pequeños que a pesar de estar con otros de su misma edad juegan sin compartir esa diversión con los demás niños.

A pesar que permanecen juntos da la impresión  que no se conocen, a excepción por supuesto, de que sea su deseo el jugar con el juguete de otro niño.

Luego pasará algún tiempo hasta que ese mismo juego u otro que en las primeras etapas de la vida era totalmente  solitario, evoluciona hasta llegar un  momento en que es compartido entre varios niños, o como mínimo entre dos.

Así, el pequeño aprenderá de que manera llegar a ciertos acuerdos, comprenderá como respetar ciertas reglas y también a  esperar el turno, saber ganar y por supuesto también aprender a perder y participar de forma equitativa.

Por supuesto que para lograr este tipo de juego, en el cual se ensayan primero las reglas de funcionamiento del mundo y se aprenden a tolerar frustraciones, tienen que darse algunas condiciones de maduración con las cuales el niño aún no cuenta en la edad en que cursa el preescolar.

Es durante el período de tiempo en la vida del niño  que transcurre entre el juego en solitario y el compartido cuando aparece la figura del amigo imaginario o invisible. Generalmente esto ocurre aproximadamente a los dos o tres años de edad y en algunos casos puede retrasarse hasta los siete, ocho e incluso existen casos que llegan hasta los nueve años.

Según algunos especialistas, esta fantasía, es absolutamente normal e inofensiva y le permite al niño aprender a relacionarse con el mundo externo utilizando los juegos y su imaginación, todos ellos elementos necesarios para un desarrollo adecuado y que además le facilita, la expresión de sentimientos y emociones que de otro modo quedarían reprimidos pudiendo aumentar la ansiedad y malestar en determinados momentos.

Además, el amigo imaginario es una herramienta útil para los padres que de esa forma pueden conocer más de cerca algunos  aspectos internos de sus hijos que de otro modo quizás no aparecerían.

Con el amigo invisible practicará la amistad con su propio vocabulario y siguiendo su mismos comportamientos. El amigo imaginario tiene además un nombre y una personalidad propia que han sido  creados por el niño.

El hecho que el niño tenga un amigo imaginario no debe ser motivo de preocupación para los padres siempre que comience a desaparecer cerca de los siete u ocho años, momento en el que los pensamientos de ficción del niño comienzan a convertirse en privados.

Este amigo es un  síntoma normal del desarrollo creativo y también personal  en algunos niños en el periodo temprano de su vida.

El amiguito invisible debe existir hasta una determinada etapa y  se convierte en un obstáculo para que el niño se relacione con otros ya no se trata de una experiencia para una relación social satisfactoria con los demás y deberán revisarse los motivos que lo llevan a seguir insistiendo con eso.  Las causas que llevan a un niño a tener un amigo imaginario pueden ser muy diversas, por ejemplo, pueden constituir un recurso de huida a la soledad, al odio o a la ansiedad.

Es fundamental saber  sus motivaciones ya que según los especialistas esta amistad puede ser un motivo de preocupacion cuando dura más allá de lo normal y puede convertirse en una forma de evitar asumir responsabilidades o el contacto con la realidad. Será entonces el momento de indagar, qué es lo que está ocurriendo en el niño.

Apoyar la imaginación del niño, pero si exagerar, es preciso incentivar su creatividad y también invitar a amiguitos a casa y permítele que visite también las casas de otros niños como una forma de llevarlo al mundo real.

También el niño debe poder elegir sus amigos y como quiere ocupar su tiempo, ayudarlo a desarrollar actividades de juego donde tenga una participación activa y que no permanezca muchas horas frente de la televisión en una actitud pasiva.

Por último,  también es recomendable poner a su disposición de juegos y actividades que formenten su creatividad como lápices, acuarelas, hojas de papel y rompecabezas en lugar de muchos juguetes ya que a través de ellos el niño podrá expresarse libremente y dejar volar su imaginación.

Foto Vía:drawinghowtodraw