Tipos de toses infantiles. Parte II

Las toses de los pequeños son muy variadas y se deben a diferentes causas. Aprende a distinguir algunas de las más importantes.

Tos debida al reflujo gastroesofágico

El reflujo de los bebés puede provocar también tos. Y es que al hacer la digestión, los pequeños regurgitan bocanadas de restos de alimentos o de leche que pueden alcanzar la tráquea y pueden provocar la tos acompañada de llanto y de vómito. Esto es algo que sucede normalmente después de comer.

También es muy habitual cuando el niño está tumbado. Si es el caso hay que incorporarlo para que pueda hacer frente a la tos y colocarlo sobre tu hombro. Antes de acostarle hay que esperar media hora como mínimo después de comer y colocarle de lado en la cuna con el cabezal levantado. Este tipo de tos se cura cuando el reflujo se corrige.

Tos por un cuerpo extraño

Si el niño no tiene congestión nasal ni fiebre pero no para de toser, puede que tenga algún objeto extraño en sus pulmones que puede haberlo introducido tanto por la boca y por la nariz, como por ejemplo un trocito de algún alimento. En este caso la tos es persistente, constante y no para ni de día ni de noche.

Por lo general el objeto acaba siendo expulsado solo, pero si la tos persiste, es muy importante llevarle al médico que le hará una radiografía si lo considera necesario y se lo extraerá gracias a una broncoscopia. En cualquier caso no te alarmes porque no es tan grave como puede parecer a simple vista.

Consejos prácticos contra la tos

Uno de los mejores remedios existentes para terminar con la tos, es el agua ya que contribuye a fluidificar la mucosidad provocada por la misma, hidratando las mucosas y aliviando el pico de la garganta, por eso no debe extrañarte si el pediatra te pide que se la des de manera más habitual a tu hijo.

Además si tiene la edad adecuada para tomarlos, se le puede ofrecer un zumo envasado, que aunque no funciona de igual manera que el agua para terminar con la tos, ayuda a mantener un buen nivel de hidratación.

Si tu hijo es muy pequeño intenta prescindir de los mucolíticos, los antitusivos, los descongestivos nasales o los expectorantes, ya que no está totalmente demostrado que sea eficaces para tratar este problema. Por el contrario hazle lavados nasales con algunos productos naturales como suero fisiológico, agua con sal o un nebulizador con agua marina.

Imprescindible no fumar en casa y lavarse a menudo las manos, ya que una buena limpieza contribuye a disminuir el riesgo de sufrir contagios. Evita también los ambientadores y otros productos del hogar que sean irritantes, especialmente en su habitación.

Además hay productos naturales que han demostrado que resultan muy beneficiosos para luchar contra la tos, como por ejemplo la miel, producto perfecto para suavizar la garganta del niño. Se puede administrar disolviendo en su papilla o puré una cucharada pequeña o directamente darle una cucharilla de café con miel para que vaya chupando de ella. Muy importante, no le des miel si tiene menos de un año por riesgo de botulismo.