Con la llegada del calor todo lo que hacemos se convierte en un gran esfuerzo, incluso el momento en que hay que dar el pecho a nuestro bebé. Descubre cómo afrontar estos momentos con mayor serenidad. 
Dar el pecho en un lugar fresco de la casa
Si mantienes encendido un aparato que consiga hacer circular el aire de una manera uniforme y no sólo frontal, además de evitar que se generen corrientes de aire que puedan provocar dolores musculares o tortícolis, conseguirán que la habitación donde estén instalados se refresque mucho más. Si hemos optado por un ventilador, hay que mantenerlos al menos a dos metros de distancia y si disponemos de un modelo abatible lo aconsejable es orientarlo hacia arriba.
Beber algo caliente antes de cada toma
Un té o un vaso de leche por ejemplo, conseguirá que nuestra sudoración aumente ligeramente lo que favorecerá el descenso de nuestra temperatura corporal. Y es que la función del sudor consiste precisamente en crear una película muy fina de agua sobre nuestra piel que cuando se evapora, refresca nuestra superficie corporal.
Un baño templado antes de dar el pecho
Con el agua a una temperatura de unos 37 grados centígrados, conseguiremos que nuestro organismo logre adaptarse a la temperatura ambiental y a su vez nos ayudará a soportar mucho mejor el calor. Si de todas formas nos sentimos acaloradas durante el proceso de la toma, podemos aplicarnos un poco de hielo que habremos envuelto previamente en un trozo de tela, para aplicarlo sobre las muñecas o sobre las sienes. Al refrescar cualquiera de estos puntos, se facilita el descenso de nuestra temperatura corporal ya que por ellos pasan una gran cantidad de vasos sanguíneos. De esta manera sentiremos una sensación inmediata de alivio.
Hay que intentar que el bebé lleve la menos ropa posible cuando vaya a tomar el pecho
Tan sólo bastará con una camiseta de algodón y el pañal como mucho. Y no hay que preocuparse si suda ya que la transpiración le permitirá refrescarse de una manera natural y sin riesgos. Para evitar darle mucho calor podemos optar por poner una toalla entre su piel y la nuestra, preferiblemente de lino, ya que este tejido logra absorber muy bien el sudor, aportando una sensación de frescor tanto al bebé como a nosotras mismas.
Elegir la posición más cómoda a la hora de darle el pecho
Además de la manera tradicional existen otras posturas que nos pueden resultar más cómodas para dar el pecho a nuestro bebé, sobre todo en verano. Una de ellas es tenderse de lado en la cama o sentarse sobre una tumbona, con el bebé sobre un cojín y ofrecerle el pecho en esta postura. De esta manera tanto él como nosotras lo agradeceremos.
Aire acondicionado
Si contamos con un aparato de aire acondicionado tenemos que recordar que la temperatura ideal está en los 24 grados durante el día y los 26 durante la noche. De esta manera tanto nuestro bebé como nosotras contaremos con un mayor bienestar físico. En cualquier caso nunca se deben orientar las salidas del aire directamente sobre las personas ni tener el aparato demasiado cerca de nosotros.
