Cuidado de los ojos en el bebé

aaLa cara de un bebé aunque es muy pequeña contiene una gran parte de órganos con los que desarrollará sus sentidos como por ejemplo los  ojos. Descubre como cuidarlos de una manera correcta.

Los ojos del bebé

¿Alguna vez te has preguntado se le pegan los párpados a tu bebé o presentan pequeñas costas con cierta frecuencia? Pues es debido a que los bebés producen lágrimas en mayor cantidad que los adultos, formando parte este proceso de su función protectora del cuerpo. Y es que el sistema inmune del bebé en el momento de su nacimiento no está desarrollado por completo, por lo que los patógenos penetran más fácilmente en su cuerpo llegando a causar una infección.

Las membranas de los ojos son mucho más sensibles y su fluido lagrimal tiene una enzima que está preparada para proteger ante cualquier infección por lo que las legañas y las pequeñas costras son un sistema de defensa.

Si este es el caso, los ojos se pueden limpiar con una gasa empapada con agua tibia, teniendo cuidado de limpiar desde el exterior al interior hasta la nariz. También se pueden lavar con un poco de suero fisiológico, una o dos veces al día para limpiar el resto de legañas y de bacterias que se pueden encontrar en el exterior de los ojos.

A la hora de limpiar los ojos hay que tener en cuenta también que no hay que quitar la costra de los ojos en seco  ya que se le puede causar daño al bebé. Para ablandarlas se pueden ablandar con un poco de algodón empapado en agua tibia, evitando un trozo distinto para cada ojo para evitar el contagio por posibles infecciones o irritaciones en los ojos.

Hay que humedecer el algodón o la gasa que se vaya a utilizar en agua hervida, esperando a que esté tibia, o en una solución salina para que no haya ninguna bacteria que le pueda entrar en los ojos. Éstos se deben limpiar siempre desde fuera hacia dentro, o sea, hacia la nariz, ya que es el flujo natural de las lágrimas.

Nunca se debe utilizar un bastoncito de algodón para limpiarle el rabillo del ojo ya que el riesgo de que el bebé se pueda mover es alto y se le podría dañar el globo ocular.

Conjuntivitis

Si se nota algo extraño, como un enrojecimiento leve, se debe consultar al pediatra, ya que si persiste y va acompañado de picor, puede tratarse de una conjuntivitis.

Esta enfermedad es una inflamación del tejido que recubre la superficie blanca del ojo, razón por la que se producen más legañas y lagrimeo. La conjuntivitis es bastante frecuente en un bebé ya que las bacterias y los virus son nuevos para él y su pequeño cuerpo tiene que aprender a luchar contra estas infecciones.

Para evitarla, cada mañana cuando se levante el bebé, notarás que las legañas son mucho más secas y que los párpados se pegan entre sí, algo que le impedirá abrir los ojos. Hay que intentar no abrírselos en seco pues podrías provocarle daño. Es recomendable usar unas toallas húmedas que estén esterilizadas para limpiar la superficie del ojo sin que pase ningún rastro de suciedad. Si es necesario, se puede repetir esta acción durante tres veces al día.