Los excesos en las comidas, el alcohol o el descontrol en los horarios de las comidas, en muchas ocasiones provocan una sensación muy incómoda en la barriga. Recuperar el equilibrio de una manera natural con unos sencillos consejos resultará muy fácil. 
Deshincharse bebiendo un caldo de puerro y de apio o piña fresca con jengibre
Antes de las comidas y de las cenas, tomar un vaso de caldo depurativo, preferiblemente sin sal, es un buen truco que nos ayudará a controlar el apetito a la vez que nos hará sentir más ligeros. Se puede preparar añadiendo a un litro de agua dos cebollas, dos zanahorias, un apio y un puerro. Si optamos por añadir algo de carne, debemos quitar previamente la grasa y la piel visible de ésta y colarlo cuando se termine de cocer para después dejarlo enfriar y de esta manera quitar la capa grasienta que se encuentra en la superficie de una manera sencilla.
La piña es una de las frutas que más destaca por su alto poder depurativo. Este alimento tan saludable acelera la digestión de las comidas a la vez que regula el exceso de peso. Si en algún momento nos sentimos pesados, comer un poco de piña espolvoreada con un poco de jengibre nos aliviará esta molesta sensación. En caso de estar molesto con los gases propios de la pesadez de barriga, podemos añadirle además un yogur.
Hinojo y té de java
El hinojo además de saciar nuestro estómago nos ayuda a movilizar los líquidos que se encuentren retenidos en él y a eliminar los gases. Trocearlo en pequeños dados e incorporarlos a las ensaladas, por ejemplo con un poco de queso fresco, de naranja o de manzana, es una buena solución para consumirlos de una manera natural de igual manera que si se sirve como guarnición, con asados o con comidas cocidas.
Es aconsejable beber dos veces al día un vaso de té de java, conocido también como ortofisón, ya que es una de las bebidas más diuréticas y con mayor poder antiinflamatorio que se conocen. Además ayuda a reducir el exceso de peso y protege al hígado a la par que reduce los niveles de colesterol en sangre y el ácido úrico. No se debe tomar en caso de padecer insuficiencias cardíacas o renales.
Reducir el consumo de sal
Un truco infalible para reducir el consumo de sal, que tantas retenciones de líquido puede llegar a generar, es rellenar el salero con hierbas aromáticas como orégano, romero, tomillo o albahaca o cualquier tipo de especias en la misma cantidad que la sal. Si nos gusta lo picante podemos añadir a la sal un poco de pimentón picante, curry o ajo en polvo que además quedará delicioso en recetas preparadas con arroz o pasta. También podemos enriquecer la sal con semillas de apio o con algo de sésamo y lino que resultará una mezcla ideal para aderezar platos de carne roja o de pescado azul.
