Si te han diagnosticado una diabetes gestacional y sufres haciendo dieta, no debes preocuparte, pero sí tomarte muy en serio tu salud y seguir los consejos que te den los médicos. Verás como no te cuesta tanto como pensabas superar este período.
Test de O´Sullivan
En torno a la semana número veinticuatro del embarazo se realiza una prueba de glucosa conocida como test de O´Sullivan con el que se trata de detectar una posible diabetes de tipo gestacional, en cuyo caso hay que cuidarse mucho más. Esta prueba se realiza en los ambulatorios y si sale positiva, se vuelve a repetir más exhaustivamente en un hospital para confirmar dicha diabetes de una manera definitiva.
Si se confirma que se padece diabetes gestacional se deberá seguir una dieta de unas dos mil calorías que se tienen que repartir en seis comidas diarias, por lo que es seguro que no se pasará hambre, simplemente hay que hacerlo de una manera adecuada y seguir una serie de consejos como por ejemplo no consumir rebozados, harinas, salsas o carnes grasas como embutidos, hamburguesas, cerdo o quesos grasos entre otros y hacer menús con verduras como primer plato y como acompañamiento, preferiblemente crudas pero muy bien lavadas y cuidando el aliño. También se puede tomar pan en cantidades moderadas siempre que sea integral o blanco, especialmente el primero.
Dieta tipo
Las dos mil calorías que se recomiendan deben repartirse en doscientos sesenta gramos aproximadamente de hidratos de carbono, ciento cinco de proteínas y sesenta de grasas y para ello te recomendamos la siguiente dieta:
En el desayuno se puede tomar una vaso de leche desnatada o bien dos y ogures desnatados también junto con treinta gramos de pan o tres galletas del tipo «María». A media mañana sesenta gramos de pan con cincuenta gramos de quesos fresco o de jamón cocido.
Para comer y cenar se debe ingerir veinte gramos de pan, doscientos gramos de pasta, de arroz, de patatas, de garbanzos de alubios o de lentejas cocidas más cien gramos de guisantes o ciento cincuenta gramos de zanahorias, de judías verdes, de espinacas, de espárragos, de tomates, de cebollas o dosciento veinticinco de coliflor, de lechuga, de alcachofas, de champiñones, de acelgas, de endibias o de pepinos. Estas verduras se acompañarán de ciento veinticinco gramos de pescado o de carne que se debe pesar sin espinas o sin hueso. Hay que utilizar dos cucharas pequeñas de aceite para aliñar las verduras si se desea. Para terminar doscientos gramos de mandarinas, de naranja, de albaricoques, de melocotones, de cerezas o de pera, o bien cien gramos de plátano, ciento cincuenta gramos de uvas, doscientos veinte de fresas o trescientos gramos de melón.
A la hora de merendar medio vaso de leche desnatada o un yogur también desnatado junto con algo de fruta en la misma cantidad que se ha indicado para la comida y para la cena.
Antes de acostarse se recomienda tomar dos yogures desnatados o un vaso de leche desnatadas y treinta gramos de pan. Si se prefiere se puede sustituir el pan por tres galletas de lal misma manera que en el desayuno.
Esta dieta es muy cómoda de seguir y favorece un embarazo muy saludable. Además con ella se consiguen evitar las nauseas sufridas por las mañanas durante este período.