Desde triviales hasta muy serias, las causas de un dolor abdominal pueden ser múltiples y sumamente variadas. ¿Cómo saber si el dolor que tiene nuestro hojo «no es nada», o si hay que llamar de urgencia al médico? Básicamente, tratando de identificar cual puede ser la causa. Veamos las más frecuentes. 
Cólicos:
Cuando se trata de un bebé recién nacido, la causa más común del dolor abdominal suelen ser los cólicos del lactante, que aparecen alrededor de las tres semanas y se van cerca de los tres meses. Un síntoma típico es el llanto agudo y repentino, por lo general al caer la tarde, qua generalmente cesa cuando el pequeño logra eliminar los gases.
Reflujo gastroesofágico:
El reflujo gastroesofágico es otro motivo frecuente de dolor abdominal. Pero ese no es el único síntoma: también vas a notar qua tu bebé produce mucha saliva, que vomita o regurgita muy seguido, que después de comer llora intensamente arqueando la espalda y flexionando las piernitas (porque le duele la panza), y qua hace gestos de desagrado y movimientos con la boca como si tragara en seco.
¿Y que as el reflujo? En palabras sencillas, podríamos decir qua en la parte baja del esófago hay una especie de «válvula» qua se abre para permitir qua el alimento pase al estómago, y luego se cierra para evitar qua el contenido estomacal vuelva al esófago. Cuando esta «válvula» no funciona correctamente, el alimento y los jugos gástricos pueden subir por el esófago y llegar incluso a la boca. A este desplazamiento se lo denomina reflujo.
Gastroenteritis:
Consiste en una inflamación del tracto digestivo o de los intestinos, producida por virus, bacterias, parásitos o toxinas. Las manifestaciones más comunes son diarrea y vómitos, a las que se suma dolor abdominal tipo cólico.
Si tu hijo presenta estos síntomas, es indispensable que consultes al pediatra. La gastroenteritis puede complicarse y ocasionar consecuencias graves. Por eso, es preciso tratarla a tiempo.
Constipación:
Para definir a la constipación podemos utilizar tres parámetros: frecuencia de evacuaciones inferior a tres por semana, deposiciones dolorosas, y heces duras y de gran tamaño. Estos síntomas se acompañan de un dolor leve a moderado que compromete todo el abdomen, y que tiende a incrementarse al tratar de defecar.
Diarrea:
Se llama diarrea al aumento de la frecuencia de las deposiciones acompañado de la disminución de su consistencia. Este cuadro puede obedecer a numerosas causas, como infecciones, intoxicaciones alimentarias o intolerancia a determinado alimento, entre otras. El dolor abdominal, tipo retorcijones, es un síntoma típico, y a veces se acompaña de fiebre y vómitos.
Infecciones en otras partes del cuerpo:
Algunas infecciones -y no necesariamente abdominales-, también pueden provocar dolor de panza. Entre otras, la angina, la faringitis y la neumonía. En estos casos la molestia se localiza en la zona que rodea el ombligo, y puede acompañarse de fiebre y vómitos, especialmente cuando se trata de una angina.
Transgresiones alimentarias:
Las transgresiones alimentarias, tan frecuentes en los chicos, son otro de los motivos habituales del dolor abdominal. Comen mucho, comen lo que no deben, y por supuesto, después se sienten mal. En estos casos, el dolor es de tipo cólico y se localiza alrededor del ombligo.
Intolerancia a la lactosa:
Es la intolerancia al azúcar que se encuentra en la leche de todos los mamíferos, y también en la leche materna. Puede manifestarse ya desde los primeros días de vida o bien en forma tardía. El dolor abdominal es unos de los síntomas típicos, y en los recién nacidos puede aparecer aun antes que los cólicos del lactante.
Intoxicación por alimentos:
Si no se los conserva o manipula en forma adecuada, los alimentos pueden contaminarse con virus o bacterias capaces de producir infecciones alimentarias. Cuando esto ocurre, los dolores abdominales no tardan en aparecer, y suelen acompañarse de diarrea y vómitos, y en ocasiones también de fiebre.
Dado que se trata de gérmenes microscópicos, que no alteran el aspecto ni el sabor, no es posible advertir cuando los alimentos están contaminados. De ahí la importancia de lavarlos y cocinarlos correctamente.
Hambre:
Si, es cierto: el hambre también provoca dolor abdominal. En este caso la molestia es constante, de moderada intensidad, y se percibe en la boca del estómago.
Frío:
Sabías que tomar frío mientras comes o después de haber comido puede ocasionar dolor de barriga? Pues así es: una molestia constante, de intensidad moderada, y generalizada en todo el abdomen.
Estrés:
Los problemas emocionales, así como las situaciones que preocupan o causan estrés, también pueden ocasionar dolor abdominal. Tanto a los adultos como a los niños. Por lo general se trata de un dolor constante, que suele localizarse en la boca del estómago (debajo del esternón) o alrededor del ombligo.
Otras causas menos frecuentes:
Por lo general, las causas mas serias de dolor abdominal son las quirúrgicas. Entre las más frecuentes están la apendicitis y la invaginación intestinal, que requieren diagnóstico y tratamiento rápido.
En la apendicitis, el dolor puede comenzar alrededor del ombligo y luego se va desplazando hacia el lado derecho e inferior del abdomen. Se acompaña de fiebre y a veces vómitos.
La invaginación intestinal afecta a los lactantes. Se manifiesta con dolor abdominal de comienzo brusco, junto con vómitos y una deposición con sangre.
