Pequeños accidentes domésticos y heridas leves

Los pequeños accidentes domésticos son comunes en todos los hogares y más cuando algunos de sus habitantes son niños que en algunos de sus juegos o por distracción suelen sufrir de heridas leves que a pesar de requerir una atención menor es necesario observar ciertas pautas básicas con relación a la higiene evitando así infecciones. Pequeños accidentes domésticos y heridas leves

Si un niño sufre alguno de estos accidentes menores es necesario lavarse las manos antes de atender la lesión, evitando así una posible infección. Luego se procederá a lavar la piel que rodea la herida con agua y jabón, en lo posible neutro y si la herida está sucia con tierra será necesario también lavar el área de la herida pero hacerlo con suavidad para no dañar ni irritar más la piel.

Lo más recomendable es utilizar una jeringa cargada con agua fría previamente hervida, una forma efectiva de lavar a fondo y causar pocas molestias y dolor.

Las heridas que han sido causadas por algún instrumento como una tijera o cuchillo y se produce un sangrado en la zona puede presionarse a los lados para lograr que la sangre deje de fluir y luego desinfectar la zona con una solución antiséptica pero solo la zona aledaña sin que la sustancia penetre en la herida, cubriendo luego con gasa esterilizada y colocando por último un vendaje sin presionar demasiado.

Si el niño ha estado jugando con algún elemento que desprende astillas o se ha trepado a un árbol y clavado una astilla de madera, si es visible, se retirará con una pequeña pinza con sumo cuidado para evitar introducirla más profundamente en la piel.

Ante cualquier herida, sin importar si se trata de una pequeña o de mayor importancia, siempre deben eliminarse los residuos que son los causantes de infecciones diferentes, evitando colocar un vendaje muy ajustado ya que esto puede traer problemas de circulación dependiendo de la zona donde se encuentre la herida.

El vendaje debe cambiarse a diario hasta que la herida haya sanado y al hacerlo deben tomarse recaudos al quitar la anterior para no lastimar la piel, utilizando siempre un antiséptico mezclado con agua ya que es solo para mantenerla limpia y por otra parte el antiséptico no debe estar en contacto directo con la herida permitiendo así una mejor cicatrización.

En relación a la actitud ante un accidente casero sufrido por un niño, es fundamental mantener la calma, no regañar al pequeño ni mostrarse nervioso ante el acontecimiento ya que esto solo producirá mayor angustia al niño además de un temor que no es recomendable que él perciba.

En el caso que el accidente haya sido causado por algún objeto o elemento que pueda dejar fragmentos como vidrios o metal no es conveniente tratarlo de forma casera ya que puede causarse más daño en la zona. En estos casos lo más aconsejable es recurrir al médico que cuenta con la experiencia y elementos más sofisticados para retirar cualquier objeto que se encuentre enterrado en la piel.

Además, si el objeto con el que el niño se hirió se encontraba oxidado o muy sucio y existen posibilidades de una futura infección puede que sea necesario que el niño reciba algún tipo de fármaco o de antibiótico específico que solo puede recomendarlo el profesional.

Foto Vía: Powysplt