La comida y los niños con preferencias

La alimentación es básica para un niño pues esta en pleno desarrollo pero hay que tener en cuenta sus gustos y las preferencias que puede desarrollar por ciertos alimentos. La comida y los niños con preferencias No es un secreto que a muchos niños no les gusta comer o que en algunas comidas ponen muchos peros porque solo quieren comer lo que a ellos les gusta o lo que les parece más agradable según sus sentidos sobre todo del gusto y del olfato, pero hay que tener una gran paciencia para poder enseñarles a comer como deber ser y que poco a poco adquieran hábitos más sanos y comunes. Primero no hay que verlos como seres extraños o decir “porque me toco este hijo a mí”, porque simplemente este tipo de comportamientos es normal y ese comportamiento se debe a simples razones como el hecho que prefieran lo dulce a lo amargo o saldado, y que no todo lo nuevo que prueban resulta ser agradable y prefieren no intentarlo muchas veces. 

El gusto por lo dulce puede ser una ventaja y más si se quiere que consuman frutas, pues la mayoría de ellas son dulces y pueden consumirlas con mayor frecuencia y en mayor cantidad.A las comidas que no huelen muy bien o cuyo sabor es algo extraño de inmediato las rechazaran, además que los pequeños tienen un sentido mucho más desarrollado que un adulto para poder identificar algo que simple vista otros verían común. Entonces así como un niño puede ser amante de lo crujiente, otro puede querer algo más suave o si a unos les gusta la crema de los pasteles, otros pueden detestarla. Tampoco es bueno mezclar muchas cosas porque lo identificaran y no les agradara el sabor.

Lo bueno de que el niño tenga ciertos comportamientos selectivos con la comida es que las madres conocerán sus gustos y no será nada complicado darle gusto o preparar por equivocación algo que quizá no le agrade. Hay algunos trucos que pueden servir para motivar su apetito y que no rechacen a primera vista un alimento. Por ejemplo, las verduras pueden ser agridulces, si la verdura es dulce se puede agregar sal o limón pero si son muy amargas como la cebolla, estas se pueden caramelizar. A la mayoría de niños les gustan las verduras crudas como la zanahoria, y lo mejor es deja de lado la idea de cocinarlas. Las texturas también tiene que ser identificadas y si a un pequeño le gusta la comida suave, pues la mayoría de sus comidas deberá ser de este tipo, pero si les llama la atención lo crujiente o un poco más duro, los tipos de cocción pueden variar para que esto se logre. 

Hay niños que no soportan las texturas de la gelatina, así que no hay que obligarlo a consumir alientos de este tipo porque simplemente no les llama la atención.Una manera de hacerles divertida la hora de comer es decorar el plato, lo alimentos, hacer figuras e incentivarlo a que juegue con eso mismo para que dé a pocos coma lo que tiene en frente aunque no hay que obligarlo a comer lo que no le gusta porque el resultado será que no quiera comer pero absolutamente nada.