Algunas niñas de todo el mundo se están viendo involucradas en una tendencia que poco agrada a la sociedad: que sean modelos. las que generalmente influyen son las mamás, pero no saben el riesgo que corren sus hijas cuando esta idea se les convierte en una obsesión. Cada vez la sociedad se escandaliza mas al ver que las pequeñas con tan solo 5 años empiezan a meterse de lleno en el mundo de la moda, los desfiles, las dietas y los cuerpos perfectos, cuando es justo a edad que empiezan a detectarse factores claves para el desarrollo, es necesaria una alimentación completa para su crecimiento y en lo único que deberían pensar es en aprender lo que ven día a día en su jardín o colegio y jugar.
Para las madres que son las que se obsesionan con la idea de que sus pequeñas sean modelos desde una corta edad, es algo que pueden ver muy sencillo y absolutamente normal, además porque les aseguran un futuro y les dan mejor calidad de vida porque controlan la alimentación para que no suban de peso o se enfermen por exceso de dulces, pero lo que desconocen en es que en medio de su afán por conseguir el objetivo, descompensan la salud y los cuerpos de sus hijas. Para cierta parte de la sociedad si es algo realmente molesto porque a los niños se les debe dejar vivir su vida, su infancia como niños y no como adultos y si algún día llegasen a ser modelos, es porque ellos mismos tomaron la decisión y se sienten seguros de hacerlo, porque a pesar de que todo aparezca fácil, ser modelo es una profesión que también cuesta sudor y lágrimas.
Hay niñas que tienen entre 12 y 15 años que pueden llegar a entender la magnitud de lo que están enfrentando, pero temen enfrentar a sus mamás y decirles que no ven nada de malo en comer arroz, papá o incluso yuca de vez en cuando, porque es una prohibición consumir algún alimento de este tipo, mas los dulces, helados y algunos lácteos. Lo único que les pueden permitir que coman son frutas y verduras, sin que aumenten muchas calorías y eso sí, teniendo rutinas de ejercicio extenuantes.
Algo que ha impactado mucho es el hecho de que las campañas que se han hecho empleando niños, no son tan inocentes como parecieran o debieran ser, pues son arregladas como adultas, adoptando poses de mujeres sexys y esperando que hasta los hombres adultos posen sus miradas en ellas o que en cierta parte las niñas comunes también empiecen a querer ser estrellas ante las cámaras y las luces. Lo que en realidad piensan quienes ven estas portadas de revistas, es que estas niñas están siendo explotadas e introducidas en un mundo que no dejara nada bueno, por su corta edad y poca fuerza para enfrentar situaciones duras.