Seguro que ya sabes que si eres una mujer fumadora tendrás muchas menos posibilidades de lograr un embarazo que si no tienes este mal hábito. Además puede influir negativamente en la salud de tu pequeño por lo que cuanto antes decidas dejarlo, será mucho mejor para ti y para tu futuro hijo. 
Posibilidades de gestación reducidas
Cada día es mayor la conciencia de los efectos tan perjudiciales que el tabaco provoca en la salud y aun así casi un 25% de la población española sigue fumando a diario, entre la que está incluida mujeres en plena edad de fertilidad, siendo algo que repercute negativamente en su capacidad de reproducción.
El efecto que causa el consumo del tabaco en una mujer fumadora se puede comparar a tener diez años más lo que conlleva una calidad embrionaria y ovocitaria de mucha peor calidad, por lo que dejar de fumar ayuda considerablemente a la hora de concebir, ya que la pérdida de fecundidad que se encuentra asociada al tabaquismo se puede revertir en un año.
Si has decidido tener un hijo y todavía no has dejado de fumar, es muy probable que te interese conocer algunos datos relacionados con este hábito. Por ejemplo, más de un 30% de las mujeres fuman encontrándose en su edad fértil y más de un 25% de ellas lo siguen haciendo aun estando embarazadas. Y es que el tabaco es una droga muy adictiva y dejar este hábito no es sencillo pero seguro que los beneficios que conlleva el no hacerlo, te impulsarán a lograrlo, especialmente por tu bebé.
Consecuencias de fumar durante el embarazo
La consecuencia más conocida del tabaco durante el embarazo es el poco peso con el que nace el bebé. Y es que fumar explica que casi un 35% de los bebés nazcan con un peso inferior además de otra serie de problemas como el tener más riesgo de sufrir de placenta previa o de una rotura de membranas prematura, algo que llega a representar un riesgo de parto prematuro y por consiguiente de muerte fetal.
Además de que este tipo de partos es mucho más frecuente en caso de estar embarazada y fumar, cada vez se tiene más claro que el tabaquismo durante el embarazo es un factor de riesgo a la hora de sufrir diversas malformaciones en el bebé como la fisura del paladar o el labio leporino.
Según diferentes estudios se ha podido demostrar que este malicioso hábito durante la temporada de la gestación también influye en la aparición de enfermedades que pueden aparecer en épocas más tardías de la vida del niño, como por ejemplo el asma, bronquiolitis agudas o una peor función de los pulmones, así como ser el causante de la obesidad durante la infancia e incluso de sufrir un aumento de colesterol entre los cinco y los diecinueve años de edad.
