Deportistas extremas y embarazadas

El embarazo no es impedimento para hacer ejercicio, en especial para las que son aficionadas al deporte extremo, solo es cuestión de seguir algunas recomendaciones básicas y asegurar el bienestar del bebé y de ella misma. Deportistas extremas y embarazadas Una mujer que practica deporte extremo siente una gran emoción y afecto por lo que hace y no considera que quedar embarazada sea un impedimento para dejar de hacer lo que la mantiene en forma y la poner feliz, aunque es consciente que si debe hacerlos de manera más cuidadosa y con muchas más medidas preventivas, porque ahora no está en juego solo su vida o integridad, sino también la de su hijo. No resulta para nada peligroso o perjudicial, desde que cada mujer entienda que no debe sobre esforzarse y que las posiciones y movimientos deben ser 100% seguros y confiables. Entonces para las que no quieran practicar 30 minutos de ejercicio común, pueden inclinarse por las opciones extremas. 

Lo ideal es que el ejercicio que se practique llene a la madre de vitalidad, energía y calma, no que la estrese, le genere dolencias o golpes. Por eso es que las competencias deben quedar de lado por lo menos durante el embarazo, porque se trata de hacer ejercicio para divertirse y entretenerse además de mantenerse en forma, pero no para ganar nada ni a nadie. Necesariamente los deportes de contacto tienen que quedar eliminados por los siguientes meses, porque cualquier golpe puede afectar la salud del bebé y la madre, por eso, cosas como el boxeo, el futbol o el baloncesto no son muy aconsejables en este estado. 

Igualmente hay actividades físicas que presentan movimientos fuertes, cambios de posiciones rápidas y que requieren esfuerzos e incluso impactos o posibilidades de caídas graves, como lo son gimnasia, esquí, patinaje, tenis y la equitación, que a pesar de verse muy relajante, presenta rebotes en el cuerpo, específicamente pelvis cuando el caballo esta andando. Las fatigas excesivas no son recomendables y menos en un lugar cálido porque pueden acelerar el parto y las actividades como el buceo, generan abortos espontáneos, no en todos los casos, pero es mejor prevenir. Para los deportes fuertes como el rafting o descenso por un rio o cascada se tienen recomendaciones especiales de no practicarlos porque puede resultar peligroso, generar golpes, caídas, impactos fuertes y alterar el embarazo. 

Cuando el embarazo esta sobre las 16 y 18 semanas, es mejor evitar los ejercicios que requieran un sobre esfuerzo en la espalda o que necesariamente tenga posturas acostada de espalda. Los deportes que requieran cambios de ambientes, presión, esfuerzo o resistencia, no deben realizarse. Siempre es bueno consultar con el médico antes de hacer cualquier ejercicio y que sea importante tener en cuenta la fase del embarazo y las semanas, para saber con precisión que hacer y que no. Nunca debe presentarse algún tipo de dolor, porque entonces hay algo que no está bien es necesario cesar con el ejercicio y acudir de inmediato al ginecólogo para que se asegure que el bebé está bien.