La tos es un síntoma muy habitual en los niños y prácticamente nunca suele indicar un problema importante de salud. Aún así las gripes, los catarros y la tos suelen llenar las urgencias y las consultas de los pediatras, pero sin duda lo mejor es una excelente hidratación y mucha paciencia para permitir que el cuerpo realice su trabajo.
La tos
La tos resulta un mecanismo de defensa muy típico de los procesos catarrales pero que resulta extremadamente incómoda para que la padece. Los padres se suelen mostrar muy preocupados por las tos que padecen sus hijos, pero muchas veces no les resulta fácil saber si la tos es una enfermedad en sí misma o si por otro lado se trata de un síntoma de cualquier otra enfermedad, y además tampoco saben cómo tratarla.
Por todo ello los pediatras han elaborado un decálogo para que se divulgue en el que se explica con total sencillez y claridad en qué consiste la tos, cómo se debe tratar y cuándo se la debe prestar una atención especial. En cualquier caso un ambiente limpio y una buena hidratación está claro que favorecen la eliminación y la recuperación de la tos.
Decálogo
- La tos es un mecanismo de defensa de nuestro aparato respiratorio cuyo objeto es dejar las vías respiratorias abiertas y bien limpias.
- La causa más común de la tos, son los catarros que vienen provocados por diferentes virus y que se suelen resolver de una manera natural con el paso de los días, sin tener necesidad de tomar ninguna medicación.
- La tos aguda en ningún caso debe tratarse sin una supervisión médica. Los mucolíticos, los expectorantes, los calmantes de la tos, los antihistamínicos y los descongestivos nasales deben siempre suministrarse siguiendo las indicaciones de un médico, especialmente en los casos de los niños menores de seis años.
- La eliminación de la pues puede hacer que la congestión aumente así como la dificultad para respirar ya que se aumenta la obstrucción de las vías respiratorias debido a la mucosidad. También se aumenta el riesdo de padecer una neumonía o una otitis.
- Los antibióticos no curan ni los catarros ni la tos.
- La hidratación es fundamental durante los procesos catarrales.
- Se deben practicar al pequeños lavados periódicos nasales y humidificar el ambiente.
- Se deben evitar los ambientes cargados así como el humo del tabaco.
- Manteniendo una buena higiene se reduce el riesgo de contagio para el resto de la familia. Para ello la clave es lavarse las manos de una manera habitual y colocarse en la boca un pañuelo en el momento de toser.
- En cualquier caso la tos también se debe vigialr de cerca por lo que hay que ir al pediatra en el momento en que se nota que el pequeño tiene cierta dificultad para respirar, cuando la fiebre le dura más de tres días o cuando la mucosidad y la tos le dura más de diez o quince días. También cuando se presenta una supuración o un dolor de oídos.
