Cuidados especiales si estás embarazada en invierno

embarazo1Si estás en estado de gestación podrás seguir haciendo tu vida normal sea cual sea la temporada del año, pero durante el invierno, no está de más adoptar una serie de precauciones en caso de estar embarazada para mejorar tu salud, estar bien nutrida y sentirte mucho más fuerte. Descubre algunos consejos para que el embarazo transcurra con total naturalidad y te encuentres bien protegida ante las inclemencias de los meses más fríos del año.

Una dosis de vitamina D

La necesidad de consumir vitamina D se duplica durante el período del embarazo ya que resulta imprescindible para la correcta absorción del calcio. Por ello, además de consumirla en cantidades suficientes, hay que aprovechar los momentos de sol puesto que esta vitamina se sintetiza gracias a la acción de éste sobre la piel. Aprovecha los días en los que luzca el sol para salir a dar paseos así como las temperaturas más cálidas en las horas del mediodía o a primera hora de la tarde para poder sentir los rayos del sol sobre la piel.

Fortalecer las defensas

Los remedios naturales resultan los aliados ideales para una mujer embarazada. No quiere decir que la curación de ciertas enfermedades se tenga que dejar en manos de estos remedios, sino que se deben prevenir lo máximo posible las afecciones propias del invierno como por ejemplo los catarros o infecciones de la garganta. La cebolla y el ajo fortalecen el sistema inmunológico; las setas y los hongos aumentan la producción de las citoquinas que se encargan de combatir las infecciones del aparato respiratorio; el jengibre ayuda a eliminar la tos y a aliviar la garganta irritada y la miel ayuda a luchar contra las bacterias y virus por sus propiedades antioxidantes y antimicrobianas. Por supuesto resultan imprescindibles también los alimentos que son ricos en vitamina C para aliviar los síntomas del resfriado como por ejemplo las coles, los pimientos rojos, la papaya, la calabaza y cítricos como el pomelo o la naranja.

Una hidratación extra

Aunque el frío no anima demasiado a beber agua, existen otras fórmulas para estar bien hidratadas como por ejemplo consumir sopas, consomés o infusiones calientes. Como primer plato de un menú equilibrado nada mejor que un caldo caliente y para terminar la comida o cena una infusión relajante o digestiva como la manzanilla o tila.

Pero además de hidratar por dentro el cuerpo tomando las infusiones o caldos, habrá que hidratarlo por fuera, ya que las temperaturas bajas son agresivas para la piel llegando a provocar sequedad y grietas en ella, por eso es muy importante no descuidar la hidratación de la piel utilizando cremas adecuadas.

Protección solar

Aunque lo normal en invierno es protegerse del frío, sigue haciendo sol por lo que se debe continuar protegiéndose de los rayos nocivos de éste. Por este motivo es imprescindible una protección solar adecuada. Y es que además de prevenir consecuencias graves, se evitarán también las antiestéticas manchas que aparecen en la piel.