Cómo ayudar a tu hijo cuando empieza a gatear

zA continuación te vamos a mostrar algunos datos muy interesantes que te ayudarán en el momento en que tu hijo comience a gatear.

El paso de rastrear a gatear

La transición de arrastrarse a  comenzar a gatear suele encontrarse entre el noveno y el décimo mes en la mayoría de los bebés. Los primeros esfuerzos para poder gatear se manifiestan cuando comienzan a arrastrar su culito levantado a la altura de los hombros. Inicialmente en esta posición, el bebé se irá moviendo de una manera suave hacia atrás y hacia adelante. Estos movimientos los va a repetir durante un tiempo para aprender como mantener el equilibrio. Después le faltará un poco de coordinación cuando vaya hacia delante para alternar una mano y su pierna contraria hacia delante, pero cada día que pase, se hará más ágil e irá ganando habilidad hasta que logre hacerlo a un ritmo frenético. Este es su primer paso para gatear.

¿Por qué resulta tan importante gatear?

El gateo favorece el trabajo y la coordinación de los músculos de la espalda y del abdomen por lo que es muy importante en los movimiento del bebé. También lo es para la integración y la percepción de los dos hemisferios de éste.

Existen niños que se saltan la etapa del gato completamente o llegan a desarrollan un movimiento peculiar que no recuerda al hecho en si mismo de gatear. Es probable que detrás de un rechazo a gatear por parte del niño, exista un bloqueo en el hombro, en el cuello en el área de la pelvis, que hacen que el bebé no encuentre ninguna ventaja ante el gateo. Así que si se observa que el niño no realiza ningún  esfuerzo por gatear o se mueve poco, se debe contemplar esta posibilidad y visitar al osteópata para resolver un posible bloqueo.

Cómo ayudarle a gatear

Si se observa que el bebé se coloca regularmente a cuatro patas pero no termina de arrancar o de moverse, existen algunas medidas que se pueden adoptar para ayudarle a dar este paso. Por ejemplo se puede intentar gatear con él. Para ello agáchate en el suelo y ponte también a cuatro patas probando a gatear delante de él para que se encuentre motivado a imitarte.

Intenta despertar su curiosidad colocando algo que le guste fuera de su alcance para que quiera cogerlo. Ésto constituirá una motivación para que comience a gatear.

Otro truco es colocar una toalla o un pañuelo grande por debajo de su barriga atando los dos extremos por encima de su espalda. Con su estabilidad bien asegurada, levántale unos centímetros de tal manera que sus pies y las palmas de sus manos estén en contacto con el suelo. Puedes incluso darle un pequeño empujón para que comience a moverse. Lo más importante es que solo agarres el pañuelo o la toalla y que no le arrastres ni hagas ningún esfuerzo por él. De esta manera comenzará a gatear para poder desplazarse.