Causas por las que te puede doler el pecho

xSi tienes el pecho enrojecido, dolorido y caliente y al bebé le cuesta cogerse a él y succionar, pueden existir varios motivos. A continuación te explicamos algunos de los más habituales.
Obstrucción mamaria y conducto obstruido
Cuando un conducto galactóforo se bloquea o se obstruye se puede notar una mancha roja o una estría sobre la piel, en una zona concreta de la mama. Si se toca en ese punto que duele, por regla general se unota un endurecimiento. Las causas de dicho bloqueo pueden ser muchas: una posición incorrecta del niño durante la toma, un conducto que no se vacía correctamente o un sujetador que es muy estrecho entre otras.
Puede llegar a producirse una obstrucción mamaria en cuyo caso el pecho se vería hinchado, duro y enrojecido. La madre sentirá dolor y el niño no podrá cogerse y mamar correctamente.
El origen de dicho problema suele deberse a la falta de leche a demanda, ya que la madre puede haber probado a distanciar las tomar y ha dado al pequeño un sustituto de su pecho como por ejemplo un chupete.
En caso de una obstrucción la solución consistirá en dar de mamar al bebé a menudo para drenar el pecho. También puede resultar útil poner al niño de tal manera que cuando succione, su lengua consiga presionar en el punto que duele, ya que con esta presión se facilitará el vaciado del conducto. Pero si el niño no consigue cogerse al pecho será necesario vaciarlo un poco antes de las tomas de forma natural o con la ayuda de un sacaleches. Para aliviar el dolor y favorecer la producción de la hormona que estimula la producción de la leche, la oxitocina, las mamás pueden aplicarse compresas calientes y darse masajes en la zona dolorida con mucho cuidado, antes y después de cada toma. Si la situación no mejora en uno o dos días, lo mejor es ir al médico.
Mastitis
Cuando el pecho está dolorido y dura y la madre tiene fiebre, se puede hablar de mastitis en curso. Es una infección de origen bacteriano que se diferencia del problema anterior porque la fiebre supera los 38,5 grados. Los factores que favorecen este problema son una obstrucción no tratada correctamente o la presencia de grietas en el pecho que se convierten en la entrada de gérmenes.
Para solucionar esta situación se deben seguir las medidas enumeradas anteriormente, es decir, compresas calientes, tomas frecuentes del bebé para evitar que se estanque la leche y masajes antes y después de las tomas. También es imprescindible que la madre haga reposo como si de una gripe se tratara. Con estas medidas a menudo suele ser suficiente para que la fiebre baje y se experimente una mejoría pero en caso de no ser así, hay que acudir cuanto antes al doctor para que prescriba un tratamiento con antibióticos. Esto no representará ningún problema para el normal funcionamiento de la lactancia, ya que en estos casos, el principio activo que se elegirá será siempre compatible con la lactancia materna.