Sobrepeso en los bebés antes del año

sobrepeso1La alimentación que tienen los bebés durante su primer año es esencial para evitar en un futuro problemas de sobrepeso, ya que éste puede llegar a producirse desde sus primeros meses de vida.

Primeros meses de vida y su alimentación

Aunque no es algo demasiado habitual, el sobrepeso durante el primer año de vida existe y puede suponer riesgos graves para la salud del bebé. Si bien es cierto que los bebés carnosos y rollizos resultan muy tiernos, hay que diferenciar entre un bebé sano con sus brazos y piernas “regordetes”, de un bebé que tenga obesidad. El pediatra en cualquier caso será el que establezca esa diferencia de una manera fidedigna.

La causa principal de la obesidad en bebés de corta edad normalmente tiene que ver con los comportamientos de las personas que los cuidan en relación a su alimentación. En el caso de los bebés lactantes, un sobrepeso puede deberse a un exceso en la alimentación. Y es que los bebés cuando lloran, puede parecer que tengan hambre y se les ofrece el pecho, cuando en realidad lo que pueden estar necesitando es simplemente un cambio de pañal o un poco de consuelo.

Por eso es muy importante observar el llanto del bebé para lograr diferenciarlo y poder atenderles de una manera adecuada, algo que se consigue con paciencia y con práctica. A partir de sus primeros tres meses de vida, la lactancia ya se estabiliza y el bebé comienza a seguir unas pautas en su alimentación que ya no requiere que sea amamantado continuamente.

Importante es que durante el tiempo en el que se le dé estando exclusivamente de mamar, el bebé no debe tomar ninguna otra clase de alimentos, ni siquiera agua, y mucho menos zumos azucarados. También es recomendable no mojar su chupete en alimentos azucarados como miel o leche condensada.

En el momento en que cumpla los seis meses pueden comenzar a introducirse otro tipo de alimentos en purés. Durante este período, las verduras van a ser las protagonistas a las que poco a poco se las irá incorporando algo de pescado o de carne.

Es primordial recordar que se está alimentando a un niño pequeño y que no hay que insistir en darle grandes raciones ya que puede acarrear problemas. Es más, el sobrepeso en un bebé retrasa su desarrollo en motricidad y puede que tarde más en lograr caminar o que cuando lo haga sea con movimientos mucho más torpes.

Hay que tener en cuenta las señales que ofrecen los bebés cuando se encuentran saciados. Rechazan la tetina o la cuchara para ponerse a jugar con ellas. Hay que respetar estas señales puesto que son su manera de decir que están satisfechos.

En el momento en que toman alimentos sólidos, hay que alejarse de las comidas preparadas y de las chucherías. Lo ideal son aperitivos mucho más sanos como un trozo de manzana o de zanahoria entre comidas. Y es que sus hábitos en la alimentación comienzan a crearse desde sus primeros años de vida, por lo que son muy importantes para su actual salud y para la de su futuro.