Desarrollo físico del bebé durante sus primeros días de vida. Parte I.

El recién nacido tiene que aprender a enfrentarse a una serie de situaciones y de experiencias nuevas, que suelen proporcionarle incomodidad o privación. Como ya no tiene un medio que le proteja de ellos, tiene que empezar a hacer algo para aliviar esos estados de calor, frío, hambre, dolor, etc. Desarrollo  físico del bebé durante sus primeros días de vida. Parte I.

Descripción del recién nacido

Dentro de su repertorio, l os bebés disponen de una serie de reacciones, innatas a las sensaciones que van experimentando y que les hacen llorar y patalear cuando tienen hambre o cuando sienten dolor y producir una serie de sonidos cuando se siente excitado. Toda esta actividad tiene como consecuencia un cambio importante en el ambiente. Habitualmente, la persona que cuida de él se acerca cuando el bebé presenta alguna de estas reacciones y mediante esta acción, el desarrollo del niño queda sujeto al control parcial del ambiente social. Desde el momento en que una persona empieza a atender al niño, ciertas conductas se refuerzan en tanto que otras se debilitan y el niño inicia su vinculación con un ser humano e ingresa en un sistema en el cual los demás hacen el papel de objetos fundamentales, hacia los cuales acude en busca de ayuda y de los cuales aprende valores, motivos y conductas, tanto simples como complejas.

El aspecto físico de una recién nacido, por lo general, puede describirse de la siguiente manera: el peso medio es de 3,5 kilogramos y la longitud es de 48 centímetros, medidas que pueden variar ligeramente. Por regla general los niños suelen ser más grandes y pesar más que las niñas. La piel es roja, arrugada y manchada, pero en el curso de unas pocas semanas, se vuelve más pálida y suave.

Su cabeza suele ser relativamente más grande comparada con su cuerpo y la cantidad de pelo al nacer puede variar de absolutamente nada a un grueso mechón. Las piernas están arqueadas y son desproporcionadamente cortas y gruesas; los brazos son cortos y delgados. Los hombros son estrechos, el abdomen es relativamente grande y protuberante y normalmente hay muy poco cuello al nacer. Los huesos son finos y los músculos suaves. Sus miembros actúan sin control y los movimientos oculares pueden ser sin coordinación. En algunos niños, los ojos pueden permanecer cerrados durante varios días. La cavidad de la boca es superficial, siendo el paladar más bien plano.

La conducta biológica

En las nuevas condiciones, tras el nacimiento, el recién nacido posee una serie de mecanismos innatos, no aprendidos, que son muy importantes para su supervivencia. El niño nace con un sistema nervioso dispuesto para adaptar su organismo a las condiciones externas. Inmediatamente después del nacimiento entran en acción los reflejos, que aseguran el funcionamiento de los principales sistemas del organismo. En los primeros días de vida puede observarse una serie de reflejos protectores, que tienen por misión eliminar o reducir los efectos de un estímulo: el reflejo de alarma cuando oye un ruido fuerte, el reflejo de retirada cuando se aparta de un contacto molesto o doloroso y el reflejo pupilar por el que la pupila se contra o se dilata en respuesta a la cantidad de luz.