Cuando una mujer es sometida a una intervención cesárea para da a luz a su bebé deberá tener ciertos cuidados posteriores diferentes y de una mayor complejidad que los de una mujer que ha tenido un parto vaginal, sobre todo porque la recuperación de una cesárea es más lenta y se necesita más tiempo par estar nuevamente bien. 
Durante la estadía en el hospital es recomendable que la mujer descanse y trate de no estar tensionada, sobre todo teniendo en cuenta que aún conservará los catéteres y la sonda vesical que se retira pasadas las veinticuatro horas después de la intervención.
Luego de retirada la sonda y orinar se sentirá un mayor alivio al tener la vejiga vacía ya que el útero podrá paulatinamente volver a su estado normal. Una cierta molestia al orinar será normal por un par de días Por otra parte el útero comienza un proceso de involución y retoma el tamaño que tenía antes del embarazo, existiendo pérdidas de sangre que pueden durar entre cuatro y seis semanas.
La cesárea no interfiere en nada para la producción de leche y será posible dar de mamar al niño, buscando siempre de encontrar una posición confortable para hacerlo y evitar molestias y dolores en la cicatriz. Al llegar a casa nada de actividades bruscas, deberá guardarse reposo ya que la incisión aún resultará molesta y la musculatura abdominal se encuentra debilitada por la misma cirugía y por ello es necesario cuidar las posturas y no hacer esfuerzos durante las primeras semanas.
Para reanudar las relaciones sexuales los médicos aconsejan esperar un mes y medio como mínimo para ayudar a una correcta cicatrización, recurriendo a la consulta médica si se presentan cuadros de más de 38 grados de fiebre o si se sufre de dolor de cabeza constante y fuerte.
También es necesario consultar al médico cuando se siente dolor repentino en la zona abdominal, si se sangra al orinar o la herida supura.
La depresión también es algo que se presenta como natural luego de este tipo de intervención que se suman a la habitual que sufren la mayoría de la madres luego del parto.
Los cuidados de la cicatriz también es un punto importante para evitar infecciones. Es normal que en la zona de la cicatriz se sienta picazón y que la piel se sienta con cierta tirantez, algo que ocurre como consecuencia de que la pared abdominal se está reconstituyendo.
Para cuidar de la herida será necesario cambiar la gasa periódicamente y mantener la zona seca, en especial cubrirla adecuadamente cuando va a ducharse. Para la limpieza adecuada de la cicatriz siempre se deberá utilizar gasa estéril, agua y jabón. Para secar hacerlo con suaves golpes con una gasa.
Si se mantiene la higiene adecuada y se limpia la herida de forma correcta la evolución será favorable y en el término de entre 7 a 10 días serán retirados los puntos.
Una alimentación adecuada es fundamental para recuperarse luego de una cesárea, la misma que se habrá seguido durante los nueve meses de embarazo.
Alimentación sana, equilibrada y rica en proteínas, vitaminas e hidratos de carbono. Además, existen estudios que demuestran que un gran porcentaje de mujeres sometidas a una cesárea sufren de anemia y por ello muchos médicos recomiendan ingerir suplementos de hierro, calcio y magnesio.
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