Al salir los primeros dientes, suele ser una época muy molesta y dolorosa para la mayor parte de los bebés, además de estresante para sus padres. Con una serie de trucos podrás hacer que este período sea algo más soportable.
¿Cuál es la causa del dolor?
Si notas que tu bebé tiene más saliva, se lleva los dedos a la boca y todo lo que pueda, hacia la boca, babea mucho y muerde todo lo que pilla, además de estar inquieto, llorar a menudo, despertarse por la noche con dolores y con una ligera pérdida de apetito, es que le están saliendo los dientes.
La causa que provoca tanto dolor es porque los dientes se van abriendo paso a través de la mandíbula lo que causa una hinchazón y por ende, un intenso dolor de ésta, especialmente cuando salen los molares, ya que son más grandes que el resto de los dientes. En cualquier caso, durante todo este tiempo hay que cuidar y mimar mucho al niño ya que él no entiende lo que le está pasando y sentirse apoyado y protegido le ayudará mucho.
Consejos para ayudar al bebé
Con unos sencillos consejos podrás conseguir hacer más llevadero este proceso a tu bebé mientras le están saliendo los dientes.
Por ejemplo, en el momento en que le salga su primer diente, puedes aplicarle una crema o un gel analgésico con suavidad sobre la zona afectada y masajear sus encías con mucho cuidado.
También debes tener la precaución de limpiar la cara de tu bebé continuamente para que no desarrolle ningún sarpullido por su exceso de saliva. Dale líquidos refrescantes para beber, como por ejemplo, agua fría, así como alimentos que sean también refrescantes, como un trozo de fruta fría. También le ayudará un trozo de pan para que pueda masticar durante un rato, pero eso sí, nunca se debe dejar al bebé comiendo solo, ya que podría atragantarse con un trozo de comida.
Cuando esté durmiendo, coloca debajo de su cabecita un tejido que pueda absorber la saliva, de esta manera no tendrás que andar cambiando todas las sábanas de su cuna a diario, simplemente el paño.
Facilítale algo que pueda morder y que sea grande, además de que no pueda romperse en piezas pequeñas para evitar que se ahogue. Existen unos mordedores consistentes en unas gomas especiales para que los bebés a los que salen sus primeros dientes, puedan morderlas. Son mejores aquellas que no tienen líquido en su interior ya que se pueden romper. Es conveniente meterlos en el congelador antes de dárselos al bebé con cuidado de que no se endurezcan demasiado, y de esta manera les aliviará. También se les puede dar un paño que esté húmedo y que haya estado en el congelador, pero asegúrate de lavarlo muy bien cada vez que lo use el bebé.
También puedes masajear su parte superior de los dedos de sus pies, ya que resulta muy relajante y son las zonas reflejas de los alvéolos, por lo que un masaje podría aliviarles un poco el dolor.
