¿Prohibido o permitido?

em1Las pruebas diagnósticas, fármacos, enfermedades infecciosas. Son muchas las dudas y los temores que las futuras mamás albergan sobre estos temas. A continuación te desvelamos algunas de las más comunes.

Enfermedades infecciosas durante el embarazo

Las más peligrosas son el citomegalovirus y la rubéola. Ésta última puede ser prevenida antes de la concepción a través de las vacunas. En cambio, en el primer caso no existe ninguna vacuna. Por regla general, la peligrosidad de una enfermedad infecciosa que se contrae durante el embarazo depende del período de la gestación en que la mujer se ponga enferma y no siempre esa infección se transmite al feto. Con los exámenes adecuados se puede llegar a diagnosticar si ha habida una transmisión y valorar sus consecuencias.

Radiografías

Las radiaciones ionizantes, como los rayos X que se utilizan para hacer las radiografías, son mutágenos, o sea, pueden provocar mutaciones genéticas importantes que pueden provocar malformaciones. Es por ello que están contraindicadas durante el embarazo. No deben programar exámenes radiográficos de rutina, como por ejemplo, una mamografía durante este período, pero si las circunstancias requieren hacer una placa sin esperar a que se termine la gestación, se puede efectuar. La peligrosidad de las radiaciones ionizantes depende de la dosis que sea absorbida. El umbral de riesgo para el feto, es el equivalente a cincuenta mil radiografías dentales, setenta mil placas de tórax, doscientas cincuenta mamografías y cien TACS de cráneo.

Las ecografías, por otra parte, son totalmente inocuas, y a que no son empleadas radiaciones ionizantes, sino ultrasonidos. Cuando en el embarazo se recomienda limitar el uso de las ecografías, no se debe a los posibles daños que ésta puede provocar en la salud del bebé, sino para evitar el malgasto de los recursos en aquellos embarazos que transcurren sin problemas. De igual manera, las radiaciones emitidas por los teléfonos móviles también son inocuas.

Fármacos

Durante el período de gestación no se deben tomar medicamentos sin consultar previamente con el médico, ni siquiera aquellos que se pueden adquirir sin receta médica o los que son considerados normalmente inocuos. Está prohibida la automedicación, lo que no significa que todos los medicamentos resulten peligrosos. El posible daño depende también de la cantidad tomada y del período en el que se toma del embarazo. Es el médico quien debe valorar en cada caso los inconvenientes y las ventajas de su administración teniendo en cuenta las condiciones de la salud de la madre.

Las mujeres que tienen patologías crónicas, deben ir a su médico antes de la concepción para adaptar tanto los medicamentos como la dosis de éstos. De cualquier forma, no hay que olvidarse que el consumo esporádico de un fármaco que esté contraindicado durante el embarazo, rara vez puede dañar al feto, especialmente si se produce durante las primeras semanas del embarazo. Durante los primeros cuarenta días de la concepción, se puede aplicar la regla del «todo o nada», es decir que un acontecimiento considerado como peligroso, como por ejemplo el consumo de un fármaco contraindicado, puede provocar tanto la interrupción del embarazo o puede no tener ningún tipo de repercusión. Por consiguiente, si se produce un acontecimiento de este tipo durante las primeras semanas de la gestación y el embarazo continua adelante, no se deben temer consecuencias negativas para el feto.