Problemas podológicos de los niños

A medida que el niño va creciendo,los padres pueden notar que sufren diversos transtornos en los pies que se pueden corregir algunos de ellos sin tratamiento y otros que persisten o incluso se agravan y que necesitan de cuidados médicos. Problemas podológicos de los niños
Pies planos

La mayoría de los bebés nacen con los pies planos y el arco de sus pies va aumentando a medida que van creciendo. Pero algunos niños que nacen con este problema, no consiguen desarrollar el arco de su pie por completo. En el momento en que los niños van cumpliendo años, los tejidos de los pies se tensan y forman un arco, algo que suele suceder normalmente entre los 2 y los 3 años de edad. Sin embargo hay personas en las que este arco nunca llega a formarse debidamente.

El primer síntoma que pueden notar los padres es que su hijo tiene los tobillos débiles, es decir que parecen torcerse hacia dentro debido a su singular morfología. En este momento  es imprescindible acudir al podólogo para que haga una valoración adecuada del niño o de la niña que aunque no suelen representar ningún problema ni suponer ningún tipo de discapacidad para ellos en un principio, al llegar a la edad adulta con el pie plano puede dar algún problema por lo que es fundamental tratarlo a tiempo. Con un tratamiento ortopédico que puede consistir en la utilización de plantillas que ayudan a equilibrar el pie y que contribuyen a formar un arco más normal, este transtorno es fácil de corregir.

Andar de puntillas y pies varos

Los niños entre 1 y 3 años de edad es normal que caminen de puntillas cuando están aprendiendo a andar. Normalmente esta tendencia desaparece a los dos años aunque en algunos persiste durante más tiempo, algo que no tiene porque ser síntoma de preocupación en un principio, pero si andan de manera persistente de esta forma después de cumplir esta edad, es aconsejable consultarlo con el médico para que descarte posibles transtornos mayores como posibles dismetrías de miembros, es decir una pierna más larga que la otra o cualquier problema de origen neurológico. En cualquier caso el problema se puede solucionar con una valoración y un tratamiento a tiempo.

Los pies varos o torcidos hacia dentro, son otra variación normal de los pies. Muchos bebés presentan las piernas torcidas hacia dentro de una forma natural entre los 8 y los 15 meses de edad, en el momento en que empiezan a ponerse de pie. Los correctores ortopédicos y los zapatos especiales pueden contribuir a mejorar este transtorno que suele obedecer a un giro hacia dentro de las caderas, conocido en la medicina como anteversión femoral.