Papillas dulces

p1Todos conocemos las propiedades de las frutas y sus maravillosos beneficios sobre la salud, tanto en personas mayores como en los niños. Por eso resulta fundamental introducir lo antes posible la fruta en la dieta de los pequeños. Descubre algunas papillas deliciosas que les encantará.

Compota de manzana

Esta papilla está indicada a partir de los ocho meses y tan solo necesitarás ciento cincuenta gramos de manzanas de reineta y 30 ml. de agua. Para prepararla debes lavar las manzanas, pelarlas y quitarlas las semillas. Cortálas en cuartos y colócalas en un cazo con agua. Pon a fuego medio durante diez o quince minutos o hasta que estén blandas. No necesitas añadir azúcar puesto que esta fruta ya tiene suficiente de por sí.

Compota de ciruela

Las ciruelas son conocidas por su gran contenido en potasio y por la ausencia de sodio, además de contar con mucha fibra y resultar excelente contra la retención de líquidos. Al igual que la anterior receta, puede ser consumida a partir de los ocho meses y se necesitan ciento cincuenta gramos de ciruelas rojas y 40 ml. de agua. Se lavan las ciruelas, se pelan y se retiran sus huesos. Se cortan en cuartos y se colocan con agua en una cacerola durante cinco o diez minutos. En este caso tampoco es necesario añadir azúcar.

Papilla de queso fresco y plátanos

Los plátanos tienen un gran aporte calórico lo que les convierte en una de las mejores formas de nutrir de energía al organismo, además de resultar perfectos para combinar en numerosas recetas.

Los ingredientes que se necesitan para preparar esta deliciosa papilla son ciento cincuenta gramos de plátanos o de bananas y cien gramos de queso fresco. Para prepararla debes lavar los plátanos y cocerlos durante unos minutos. Transcurrido ese tiempo debes añadir el queso fresco y calentarlo también hasta que logres una masa más o menos homogénea. A continuación se tritura por el pasapuré o por la batidora y obtendrás una crema deliciosa y muy fina para el bebé. Más sencillo imposible.

Papilla de avena con arándanos

El arándano tiene un valor nutricional muy alto gracias a su composición baja en sodio y en grasas, además de ser libre en colesterol y muy rico en fibras, lo que hace que sea una fruta que tiene muchas características deseables desde un punto de vista nutricional.

Indicada a partir de los siete meses esta rica papilla se prepara con cien gramos de arándanos, treinta gramos de avena, diez gramos de mantequilla y ciento cincuenta ml. de agua.

Para prepararla se pone la harina de avena en agua y se cuece durante dos minutos aproximadamente a fuego lento. A continuación se añaden los arándanos bien lavados y la mantequilla. Se mezclan todos los ingredientes muy bien hasta conseguir una papilla con mucha textura y se deja enfriar durante unos minutos antes de que el bebé se la pueda tomar. También puedes optar por batirla para conseguir una papilla mucho más suave.