No biológicos pero si reales

Para convertirse en padres no siempre tiene que ser por métodos biológicos, ya que aveces por razones de la vida se pueden presentar situaciones de perdida de hijos o esterilidad. Por ello hay una opción más, la adopción, que muy seguramente tendrá la solución más bella para conformar una familia y experimentar lo que es ser papá o mamá. No biológicos pero si reales Muchas mujeres sienten que al perder un hijo, quedar imposibilitadas para ser madres o nacer con esterilidad es el fin del mundo y aunque el daño emocional es muy grande, es superable y la opción de ser madre no termina allí, pues afortunadamente existe la adopción.Algunos podrían pensar que es un camino largo porque las fundaciones no dan a los niños en adopción tan fácilmente, porque a una mujer sola tal vez no la aceptarían como madre adoptante o porque es raro e incomodo cuidar a alguien que no es de la misma sangre, que puede tener diversas edades y que finalmente si llegan a crecer a su lado y saben de su origen, los hijos adoptivos pueden ignorar e irrespetar la autoridad de padres que los adoptantes ganaron hace algunos años cuando los convirtieron en sus hijos.

Pero no necesariamente debe ser así, pues realmente depende de la educación que reciban los pequeños y es importante no esconderles su origen, pues lo mejor será que sentirán que así sus padres biológicos no los hayan criado, hubo otras personas que les dieron su amor, un techo, una familia y miles de cuidados y que el hecho que haya sido abandonado hace muchos años no fue su culpa ni fue porque se porto mal. Obviamente al principio habrá una etapa difícil donde los niños se confunden al saber la verdad y necesariamente querrán saber de sus verdaderos padres, pero con ayudas sicológicas y mucha comprensión hay que acompañarlos en todo momento. Una edad precisa para revelarles que son adoptados es en la pre adolescencia, pues no son muy pequeños para no comprender lo que se les está comentando, ni son muy grandes para actuar rebeldemente.

Desde un principio debe haber una excelente relación de comunicación, entendimiento, escucha y habla para que el niño no se asuste, pueda expresarse fácilmente, pueda confiar sus asuntos y sobre todo siga entendiendo que a pesar de su posición de adoptado, si pertenece a ese núcleo familiar.También hay que evaluar la edad del niño adoptado, pues no necesariamente siempre será obligación acogerlos recién nacidos, ya que hay otros niños un poco más grandes y hasta adolescentes que esperan la oportunidad de pertenecer a un hogar y pueden tener un poco mas de claridad de su origen, de donde vienen y para donde van, aunque siendo sinceros el proceso de adaptación es mas fácil cuando los niños son más pequeños, pues es justamente desde está edad donde se inculcan valores que adquieren para el resto de su vida.

Las características comunes al decirle la verdad a un niño adoptado son:
Adaptación con angustia: donde el pequeño puede llorar continuamente, no descansará o dormirá como debe ser, está continuamente nervioso y ansioso además de preocupado porque tiene una confusión, tristeza y depresión por sentirse abandonado.
Adaptación con aceptación: El niño finalmente empieza a reconocer que está en su casa, que todo lo que hay allí incluyendo a sus “padres” son suyos. Espera y actúa según los comportamientos de otras personas y sobre todo necesitara compañía para entender su pasado, vivir su presente y planear su futuro.