La publicidad y los niños

La publicidad nos da a conocer todos los avances, productos y servicios que nos ofrece el mercado y las empresas pero no siempre es aconsejable para los niños, pues lo pueden interpretar como no es y modificar sus comportamientos. La publicidad y los niños Para nadie es un secreto como la publicidad puede influir en la vida de las personas y que las enseñanzas no siempre son las mejores. Así mismo para en los pequeños y toda la información y campañas que ven en todos los medios de comunicación y muchas  veces no funciona para bien y hace que sus hábitos y costumbres de comportamiento, educación, alimenticia y demás se ven perjudicadas. Lo peor es que quienes las realizan ya tomaron a los niños como objetivo fundamental para vender sus productos y servicios, pues a comparación de los adultos, son mucho más receptivos y entienden todos los mensajes como ciertos así sean ficticios. 

Lo que esto provoca es que los niños sean participes activos dentro de las decisiones de consumo en la familia y muchas veces empiezan a tener un comportamiento obsesivo y agresivo cuando no se les es dado todo lo que ellos quieren. Así, por ejemplo, si una madre quiere darle una ensalada nutritiva los niños no la aceptan debido a que prefieren las comidas rápidas que vieron en la televisión y que les puede dar un juguete o un postre a cambio de esa compra. Estos hábitos de consumo que crean desde pequeños son los que se mantienen a lo largo de su vida y esto es lo mejor para las empresas y marcas. Por otro lado la educación que reciben constantemente es la de ser personas de dos tipos: a los niños se les ofrecen en cuanto a juguetes, publicidad que incentiva a la violencia, a la rebeldía, a la agresividad, a solucionar las cosas en medio de luchas y palabras ofensivas, puesto que ellos no todo lo verán como juego sino que será la forma de solucionar los pequeños conflictos que se presenten; en el caso de las niñas, se entrenan desde pequeñas para ser madres, limpiar, cocinar y otras actividades que aunque no es malo, si limita sus capacidades para surgir de otra manera y competir hombro a hombro con los hombres por un puesto de gerente o para crear una empresa. 

Un efecto negativo que los sicólogos han identificado es que a causa de la falta de acompañamiento  orientación los niños caen en vicio a temprana edad, por ejemplo, el consumo de alcohol a los 12 o 13 años y poco a poco cambian su comportamiento creando efectos negativos y poco adecuados. Obviamente no toda la publicidad no es mala, pero desafortunadamente cuando son muy pequeños, son como esponjas y absorben toda la información y la ponen en práctica, es como cuando aprenden a hablar y no importa si escuchan palabras buenas o groserías, simplemente las repiten porque no saben que significa.Es complejo cambiar la publicidad y los contenidos de los medios de comunicación y lo único que puede hacerse es guiar al pequeño y darle una orientación acerca de lo que significa lo que ven y ayudarles a entender que es bueno y que no tanto.