La cicatriz de la cesárea

En la actualidad y gracias a los adelantos de la tecnología y de la ciencia en materia de cirugías estéticas, las operaciones cesáreas no solo se realizan de forma más cuidadosa sino que existen técnicas especiales que permite al médico realizar una incisión de pocos centímetros en la zona pélvica extrayendo el bebé sin dificultades. La cicatriz de la cesárea

?Existen sin embargo, algunas pautas marcadas por la moda que llevan a muchas mujeres a depilarse totalmente la zona del pubis con una técnica definitiva y esto produce que las marcas en esa zona sean más visibles y sea dificultoso disimularlas.

Por otra parte, algunas mujeres  se obsesionan con la cicatriz de la sutura y comienzan a sentirse inseguras por esa marca que no pueden ocultar de forma adecuada, teniendo en cuenta además, que existen factores genéticos y de cada tipo de piel que pueden producir una evolución desfavorable de la cicatriz dejada por la cesárea o por el contrario padecer de una cicatrización queloide, que se traduce en un crecimiento excedido del tejido en el lugar de la lesión.

En algunos casos  se produce un hundimiento en la zona donde se ha practicado la incisión transformando esta área en un depósito de adiposidades que deforman la zona abdominal y en ocasiones también aparecen manchas por una pigmentación elevada.

Pueden realizarse ciertos tratamientos caseros que ayudarán a que la cicatriz de la cesárea mejore en su aspecto y textura, quedando más disimulada, algunos de ellos incluyen masajes diarios, luego de haberse removidos los puntos de sutura y no existe dolor o molestia en la zona.

Se trata de la realización de masajes suaves que incluyan pequeños pellizcos, pudiendo utilizarse alguna crema que contenga aceite de Rosa Mosqueta una sustancia excelente para atenuar marcas y cicatrices de la piel. Estos masajes practicándose diariamente ayudarán a lograr que la cicatriz comience a afinarse y también la piel se vuelva más flexible y con una mejor tonalidad.

También,  la nutrición es fundamental y hacerlo dos veces al día con una crema que le aporte a la piel los nutrientes que ayudarán al proceso de cicatrización. Hoy, es posible adquirir cremas cuyas fórmulas contienen una buena cantidad de vitaminas A y D,  ambas esenciales para la piel y el médico puede recetar también algún anestésico de tipo local que ayuda a que los masajes no sean dolorosos.

Es recomendable hacer estos masajes por la mañana y por la noche, aplicando el producto y haciendo que penetre a través de movimientos sencillos y suaves.

Asimismo, en el mercado existen hoy los parches de silicona, una novedad que ayuda a aportar a la piel esta sustancia imprescindible para lograr una mayor elasticidad en los tejidos. Los parches se colocan luego de retirados los puntos de sutura y sirven para prevenir la aparición de los tan temidos queloides ayudando a una proceso de curación más rápido y efectivo.

Si a pesar de todos estos cuidados y luego de transcurrido un tiempo suficiente para que la cicatrización se haya producido adecuadamente y se nota que esto no fue así, la mujer siempre tiene la opción de realizar en la zona un procedimiento de cirugía plástica que mejorará sustancialmente el problema.

Una mala cicatrización no puede solucionarse con cremas y masajes dejando en la zona un aspecto poco estético que también es posible solucionar mediante un tratamiento con láser pero para realizarlo será necesario esperar como mínimo unos cuatro meses después del parto y siempre será el cirujano quien evaluará el mejor método y si es posible mejorar el aspecto de la cicatriz ya que en algunos casos no es aconsejable.

Foto Vía: Drjasonong