Ecografía en 4D

Cuando te enteras de que vas a ser mamá, un mundo nuevo se abre a tu alrededor junto con las revisiones ginecológicas. En dichas revisiones te van a hacer, entre otras pruebas, una ecografía con la que ver el crecimiento de tu bebé y controlarlo. Son las conocidas como ecografías bidimensionales o 2D y suelen hacerse al cumplir las 24 semanas de gestación, ya que el bebé ya está formado y todavía cuenta en el útero con espacio por lo que se le puede ver moverse.

Pero en los últimos tiempos han empezado a usarse las ecografías 3D y 4D en los centros especializados. Con la primera se puede ver el aspecto de tu bebé en lo que se refiere al volumen y con las 4D se añade el movimiento el tiempo real. Estas ecografías no causan ningún daño al feto y pueden realizarse varias durante la gestación.

Las ecografías 4D permiten ver imágenes tridimensionales de bastante calidad, de igual manera que con las de 3D, pero con el añadido del movimiento. No necesitan ningún tipo de preparación especial por parte de la madre y la sesión puede durar una media hora, teniendo la posibilidad de llevarte a casa un CD con la grabación de la misma. Son complementarias a las ecografías 2D realizadas por el ginecólogo en la consulta y para poder hacértelas hay que ir a un centro especializado ya que no se encuentran subvencionadas por la Seguridad Social.

Cuándo se pueden hacer

Aunque pueden hacerse en cualquier momento a lo largo de la gestación, lo cierto es que las mejores imágenes pueden conseguirse entre la semana veinticuatro y la treinta aproximadamente.

Estas semanas son las más propicias por el tamaño del bebé, por la posición que el mismo tiene, por la cantidad de líquido amniótico que hay y por el espacio que aún tiene para moverse. Con estas imágenes se puede apreciar la cara del bebé y hacerse una idea de como será cuando nazca, ya que es muy parecido.

Pero si no quieres esperar a la semana veinticuatro para hacerte esta ecografía, puedes ir un poco antes. Entre la semana dieciséis y la semana veinte, te puedes ir haciendo una idea de sus movimientos e identificar sus extremidades y su cabeza, aunque no podrás apreciarlo demasiado bien.

Entre la número veintiuno y veinticinco, el feto se mueve bastante más y se encuentra más formado, pudiendo apreciarse sus cejas, ojos y pestañas. Entre la semana veintiséis y treinta y una, ya se pueden ver sus facciones más claramente, aunque como ya será más grande de tamaño, no se va a mover tanto ya que va contando con menos espacio. Entre la semana treinta y dos y treinta y nueve podrás apreciar incluso las uñas del bebé y verle abrir y cerrar los ojos.