Depresión durante el embarazo

Tristeza, depresión, ansiedad son síntomas que es posible sufrir en diferentes etapas de la vida. Sin embargo, esos sentimientos son muy comunes durante el embarazo. Depresión durante el embarazo

Según investigaciones y estudios realizados se ha podido comprobar que una de cada cinco mujeres embarazadas puede sufrir estados de depresión o algunos de sus síntomas. A pesar de ser algo normal es necesario tratar estos síntomas de forma adecuada evitando así efectos poco deseados sobre la salud de la madre y también del bebé.

En ocasiones se hace difícil hacer un diagnóstico de depresión durante el embarazo ya que muchos de los síntomas están ligados a los que se producen en cualquier embarazo normal como pueden ser la falta de apetito, problemas para conciliar el sueño, frecuentes alteraciones de humos y cansancio constante.

Existen algunos síntomas que son comunes a esta depresión durante el embarazo, como por ejemplo dificultades en concentrarse, ansiedad e irritabilidad extremas, fatiga, tristeza y cambios de humor bastante exagerados que se suman a pensamientos negativos.

Asimismo, es necesario hacer una distinción entre una depresión leve, llamada también como distimia, que se caracteriza sobre todo porque la mujer realiza sus actividades diarias pero no siempre se siente bien, y una depresión grave que interfiere totalmente con la habilidad de la mujer para estudiar, trabajar, comer, dormir y hasta disfrutar de su estado y de las cosas diarias de la vida.

Se ha podido determinar que un 10% de las mujeres embarazadas sufren de depresión sobre todo al llegar a la semana sexta de gestación y también en la última parte del embarazo cuando el cuerpo comienza a prepararse para el momento del parto. Se han hecho estimativas que indican que el 50% de las mujeres que ha sufrido de depresión durante el embarazo desarrolla también la depresión posparto, reduciéndose en este caso a un 2% de casos al someterse a un tratamiento de tipo terapéutico adecuado.

En ocasiones los antecedentes familiares de depresión como también un embarazo no deseado o diferentes problemas de familia o salud se suman a los cambios hormonales dando lugar a la depresión. Esta patología es posible de tratar de varias formas pero en caso de una embarazada el médico tendrá que tener especial cuidado si receta medicación para no afectar al feto y por ello, a menos que sea una depresión grave es aconsejable tratar el problema con una terapia individual.

Es importante buscar y recibir ayuda en esta etapa siguiendo siempre un tratamiento adecuado y personalizado ya que de no tratarse la depresión tiene tendencia a hacerse más grave. Por otra parte los bebés nacidos de madres que han sufrido de depresión durante el embarazo pueden en muchos casos ver afectada su salud y desarrollo, siendo más irritables, menos activos o nacer con poco peso y de forma prematura.

La depresión es posible de prevenir y una de las claves es que la mujer ante los primeros síntomas hable con su pareja sobre sus temores relacionaos con el embarazo, siendo importante también que se sienta contenida por su entorno ya sea familia o amigos.

Pasear, distraerse asistiendo al cine o teatro, hacer excursiones o viajes, sirven para mantener la mente entretenida y activa. Hacer algún tipo de terapia como Yoga o meditación ayuda también a controlar los estados de ánimo depresivos y para aquellas que gustan de escribir llevar un diario sobre su embarazo les permitirá expresar de forma abierta de sus sentimientos.

Foto Vía: Healty Persons