Conjuntivitis en los bebés

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La conjuntivitis es algo muy frecuente en los bebés ya que su conducto lagrimal es muy estrecho lo que provoca infecciones de su conjuntiva. Si después de llevar un par de días tratando los ojos de los niños con una gasa impregnada en suero salino o en agua hervida no desaparece, se debe consultar con el pediatra.

¿Cómo se manifiesta?

Cuando la conjuntiva se encuentra inflamada el ojo está enrojecido, pudiéndose distinguir pequeñas venas en la zona blanca del ojo así como al volver el párpado inferior, que se encontrará más rojo de lo normal. Por regla general los bebés se frotarán los ojos ya que les picará y puede que hasta la luz les moleste. También es muy probable que les lloren ya que la irritación logra estimular la producción de las lágrimas. Pueden existir igualmente legañas o secreciones de color distinto, especialmente la conjuntivitis se debe a bacterias.

¿Cómo se trata la conjuntivitis de un bebé?

Para tratar la conjuntivitis en un bebé o en un niño pequeño, es conveniente lavar los ojos con una gasa, muy suavemente, que se encuentre perfectamente empapada o bien en suero salino fisiológico o bien en agua hervida. Se debe utilizar una gasa diferente para cada uno de los ojos y realizar movimientos desde la nariz hasta la sien, es decir desde dentro hacia fuera.

¿Cómo se debe aplicar una pomada ocular o un colirio al bebé?

El colirio se debe aplicar siempre después de haber limpiado bien los ojos al pequeño y al terminar hay que lavarse las manos para evitar el contagio. Para aplicarlo en niños pequeños serán necesarias dos personas, una para que se encargue de sujetarle las manos y la cabeza mientras esté tumbado y otra para separarle con mucho cuidado los párpados con una mano y con la otra aplicar una o dos gotas de dicho colirio. Hay que tener la precaución de que el frasco del colirio no toque ni los ojos ni la piel del niño para que el producto no se contamine.

Para aplicar las pomadas, el procedimiento es muy similar, con la diferencia es que la pomada se debe aplicar en forma de surco entre el globo ocular y el párpado inferior. Si no se cuenta con ayuda, es posible poner una pequeña cantidad, similar a un grano de arroz, en el ángulo del ojo más cercano a la nariz y con un movimiento rápido de los dedos, pasarlo por el borde de los párpados. El bebé comenzará a parpadear y de esta manera el producto se introducirá en el ojo. Hay que estar pendiente para que no se frote los ojos y se retire la pomada.

En cualquier caso esto son medidas y procedimientos orientativos ya que será el pediatra quien indique a los padres cómo deben actuar ante la conjuntivitis del bebé para que no se produzcan complicaciones posteriores si no se trata a tiempo.