Características evolutivas del niño desde un año a once

Los niños atraviesan procesos evolutivos según la edad. Conocer estas etapas nos ayuda a elegir el momento más adecuado para educar determinados valores. Características evolutivas del niño desde un año a once

Los niños tienen procesos evolutivos según la edad:

Cuando tienen un año están en continua transformación. Nunca volverán a adelantar con tanta velocidad. El aprende de su entorno. Repite lo que ven en los mayores. Se fijan en todo los gestos, las reacciones y las copian, desarrollan así su conducta social.

A los dos años son sobre todo activos: así los vemos chocarse, correr, moverse de un lado a otro. Posee un firme sentido de posesión, en concreto del mío, apenas comprende el tuyo. Le cuesta compartir.

A los tres años, concluye la Primera infancia. A esta edad habla mucho consigo mismo y con los demás. Tiene muy reciente la incorporación del lenguaje y quiere utilizarlo. Le empieza a gustar compartir y establecer relaciones sociales.

Con cuatro años ya tiene algunos aprendizajes básicos incorporados y requiere menos indicaciones y cuidados. Habla mucho utilizando el yo. Empieza con los primeros miedos. Tiene mucha actividad física y mental. Todos sus mecanismos como persona comienzan a despertarse. Es expresivo, alegre y derrocha energía. Quiere ser mayor.

Con cinco años es más serio y está preparado para asumir alguna responsabilidad. Imita a los adultos. Le encanta preguntar, hablar con sus padres y quiere saber, todo le interesa. Prefiere jugar con amigos que sólo.

Los seis años son una edad de transición y cambio, hay reacciones desproporcionadas y altibajos. Quiere ser el centro y hace cosas para llamar la atención, se hace algo dominante e independiente de la madre, está más pendiente del padre. Edad ideal para empezar a aficionarse a la lectura.

Con siete años empieza a ser más reflexivo y menos caprichoso. Necesita estar estimulado para confiar en sí mismo. Tiene mucha emotividad y es muy servicial, es el momento ideal para que tenga un encargo en casa y se haga responsable. Su imaginación es desbordante. Le encanta pensar, que le cuenten cosas, escucha bien.

A los ocho años sus amigos y compañeros son lo más importante de su vida y de sus actividades. Se muestra cariñoso. Le encanta saber, lo que propicia que se consoliden hábitos de estudio. Es muy sensible a valores importantes: solidaridad, justicia…

Los nueve años son un momento de mayor madurez, está generalmente automotivado y es más autosuficiente, los padres se ocupan menos de él por estas razones y puede encontrase solo alguna vez. Momento adecuado para integrar el orden, la obediencia. Quiere ser mayor y que los demás confíen en él. Quiere ser capaz. Tiene mucho sentido de la justicia. Puede preveer.

A los diez años es la edad del equilibrio. Está más tranquilo y sereno. Le encanta hablar con sus padres a solas. Le interesa el colegio y el deporte. A veces lleva la contraria, sigue queriendo ser mayor. Le gusta hacer travesuras en grupo.

A los once años tiene ganas de saberlo todo y tiene una gran capacidad de trabajo. Le gusta decidir. Sufre cambios en su cuerpo, suelen dar el estirón. Despierta el yo, tiende a ser más egoístas. Necesita estar con gente de su edad.

Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.