Bullying

Muchos son los niños que sufren de bullying o de acoso producido por sus mismos compañeros de la escuela o incluso por sus propios amigos y que pueden convertir su vida en un pesadilla. Bullying Cómo detectar el bullying entre niños

En muchos casos no resulta fácil para los padres distinguir entre el bullying que pueden sufrir sus hijos y las discusiones o peleas que puedan tener con sus compañeros,  pero existen algunas claves para ponerse en alerta,  como por ejemplo que el niño se encuentre más decaído de lo normal en su vida cotidiana, que sufra de pesadillas, que oculte cualquier tipo de indicio de que ha sido maltratado, como arañazos o golpes, que pierda objetos o dinero, ya que puede ser un síntoma de que se lo están quitando y pretende ocultarlo, o incluso que pide a los adultos que le acompañen a la escuela o que cambie de ruta para ir a ésta.  

Los insultos, las burlas e incluso agresiones físicas de las que son objeto los niños que sufren de bullying, pueden hacer que el pequeño sufra consecuencias psicológicas díficiles de tratar posteriormente, por eso es muy importante ponerle fin cuanto antes, sin olvidarnos del escaso rendimiento a nivel escolar que le va a conllevar el vivir este tipo de situaciones.

Actuar ante el bullying infantil

Tan importante como que los padres estén pendientes ante cualquier cambio que se produzca en la actitud de los niños, es el comportamiento de sus compañeros que llegan a ser testigos de este acoso. Convencerles de que se sinceren con un adulto o incluso que ellos mismos pongan en conocimiento de los más mayores este tipo de situaciones, es primordial. En ningún caso se debe responder con violencia pues esto tan sólo generaría más conflictos.

La actuación tanto de los padres como de los profesores es decisiva para que se genere un cambio. Medidas de tipo disciplinarias que deben ser llevadas a cabo desde la propia escuela, suelen tener un resultado positivo a la hora de propiciar un cambio en la conducta del agresor. En cualquier caso si se tienen sospechas de que nuestros hijos o algún compañero suyo está siendo víctima de un acoso por parte de algún otro niño, es necesario hablar con ellos, aconsejarles y ofrecerles la ayuda que sólo un adulto puede ofrecer.