Autoeducación, el método Waldorf

Un tema por demás polémico es y ha sido siempre el de la educación y más aún cuando se habla del método Waldorf, una concepción diferente de la forma de educar, donde los niños tienen permitido encontrar su propio camino hacia la educación a través de una iniciativa propia. Autoeducación, el método Waldorf

Creado por el filósofo austriaco Rudolf Steiner, el Método Waldorf se funda en la premisa que toda la educación es autoeducación.

Los educadores tienen un papel importante en la vida de los niños ya que son ellos los responsables, en gran parte, de crear un ambiente propicio para el desenvolvimiento de los pequeños desde el mismo momento en que comienzan la escuela.

Este sistema educativo pregona las ventajas de formar adultos libres que pueden encontrar un camino a través de su propia iniciativa y apunta a educar al niño como un todo y trabajando en etapas de ciclos compuestos de siete años, con la particularidad que durante los primeros años de escolaridad no se utilizan libros de texto y los alumnos tienen la posibilidad de crear ellos su propio material de estudio a través de la recopilación y aprendizaje de la vida cotidiana.

La primera etapa en este método abarca los niños de 0 a 6 años, etapa en que los pequeños tienen la habilidad de absorber el mundo de una forma primaria a partir del uso de los sentidos, respondiendo además de forma más activa por medio de su imaginación.

Ya en la etapa de la adolescencia el individuo celebra su independencia procurando de forma constante explorar el mundo de una manera nueva y diferente.

Asimismo, algo que distingue los el Método Waldorf es el hecho que lo estrictamente académico es dejado de lado durante los primeros años del desarrollo del niño, tiempo en que se mantiene una misma educadora que acompaña al grupo durante los seis primeros años. Dentro de las actividades principales se encuentran arte, música, lenguajes extranjeros, matemáticas e inclusive tejido, con la característica especial que todo el aprendizaje se hace a través de medios artísticos.

La metodología empleada incentiva la creatividad a través de estas actividades y con el agregado que las escuelas que utilizan este sistema no le atribuye calificaciones a los alumnos por medio de notas no forzando así las repeticiones de año cuando el niño no alcanza los objetivos señalados.

Otra de las características es que no se exige al niño un pensamiento abstracto e intelectual desde muy pequeños, razón por la cual los pequeños aprenden a leer a partir de los siete años. Esto se basa en el hecho que se ha constatado que antes de esa edad los niños dedican sus fuerza interiores al desenvolvimiento físico y a la coordinación motora y aprendiendo también a controlar sus manifestaciones de voluntad.

Por lo tanto, durante esa etapa inicial en la vida del niño no debe exigirse memoria abstracta como por ejemplo forzándolo a que aprenda a leer ya que las letras son solo símbolos puramente abstractos. La alfabetización es entonces hecha de forma lenta, lúdica e imaginativa, llevando tres años completar un aprendizaje completo, primero el pequeño aprende las letras de forma, luego las de imprenta y en tercero lugar la letras cursivas.

Continuando con esa línea de pensamiento quienes siguen este método afirman que el uso de tecnología fuerza el pensamiento lógico-simbólico y por ello no debe usarse la computadora hasta los 12 años. La pedagogía Waldorf se ha ido expandiendo por el mundo luego que fue introducida en Alemania en 1919, inclusive existen centros educativos en Brasil que han implementado el sistema.

La autoeducación y las aplicaciones prácticas se han puesto en marcha a partir de este método pedagógico que es considerado como el más famoso por proponer un camino al desenvolvimiento interior dándole importancia fundamental a la libertad individual desde temprana edad.

Foto Vía:torontowaldorfschoo