En numerosas ocasiones aparecen, sobre todo en los miembros inferiores, unas dilataciones venosas caracterizadas por no poder reestablecer de una manera eficaz el retorno de la sangre del cuerpo al corazón y que son conocidas como varices. 
Causas de las varices
Esta inflamación de las venas se produce por una alteración de las válvulas de éstas que no consiguen cerrar bien y entonces la sangre que se encuentra en esa zona comienza a acumularse por las venas haciendo que se dilaten. Aunque las varices pueden encontrarse en diversos sitios del cuerpo como el esófago y que reciben el nombre de varices esofágicas, en la región anal, a las que se las conoce como hemorroides o incluso en los testículos, conocidas como varicocele, lo más normal es encontrárselas en las piernas, sobre todo en las mujeres debido a causas hormonales, ya que los ovarios producen una serie de hormonas que relajan las fibras musculares localizadas en las paredes venosas, favoreciendo la aparición de las varices.
Las causas más frecuentes que suelen provocar la aparición de este transtorno circulatorio son la obesidad, el estar de pie o sentado durante mucho tiempo, la tromboflebitis, utilizar ropa o calzado muy ajustado, el uso de anticonceptivos o de hormonas, el poner calor directamente sobre las piermas o el embarazo, ya que en este caso, aumenta la cantidad de sangre que circula por las venas y el feto comprime durante varios meses las de las pelvis lo que impide una buena circulación, aunque sobre todo, en esta etapa se producen por las hormonas generadas por la placenta.
Síntomas de las varices y remedios
Algunos de los primeros síntomas que aparecen son la pesadez de las piernas junto con calambres en éstas, picores y dolores, hinchazón de tobillos y pies, cansancio en esta zona y un color grisáceo debido a que las venas comienzan a agrandarse que incluso algunas veces pueden notarse a primera vista. Aunque normalmente las varices no suponen ningún riesgo para la seguridad de quien las padece, puede llegar a afectar la calidad de vida por las molestias y los dolores que pueden llegar a ocasionar.
Algo recomendado por todos los especialistas para todas aquellas personas que sufran de varices es andar descalzo siempre que se pueda, sobre arena o tierra así como utilizar un calzado con suela fina y que sea amplio. Tampoco es aconsejable utilizar tacones ni demasiado altos ni demasiado bajos para ayudar al funcionamiento de la bomba sanguínea. Una ropa amplia, evitando las fajas y las medias demasiado apretadas, en el caso de las mujeres, pueden ayudar a evitar la aparición de las varices, pero sobre todo y lo más aconsejable tanto para el tratamiento de las varices como para la salud en general, es dar largos paseos a diario para conseguir fortalecer la circulación de las piernas.
