Trato diferente entre hermanos

Todos los padres tienen muy en claro que sus hijos son diferentes, pero no estamos haciendo referencia a una cualidad física sino que cada hijo tiene gustos, habilidades, personalidades y hasta debilidades diferentes. Y allí es precisamente es que reside la duda de la mayoría de los padres con relación a si deben tratarles de forma igual, para evitar cometer injusticias.

Esta duda frecuente tiene como fundamento que por una parte los hijos merecen ser tratados de la misma manera sin realizar distinciones evitando cometer injusticias que a la larga derivan en conflictos entre hermanos.

Sin embargo, viéndolo desde otro punto de vista debería tratárselos de forma diferente si se respeta el hecho que no son iguales y las diferencias siempre serán marcadas por los propios niños.

Los hijos son distintos ya que  mientras uno tiene habilidades para dibujar o cantar puede que otro de los hijos no posea esas cualidades pero seguramente tendrá otras que lo individualizarán, puede que sea buen deportista, tener habilidad para los trabajos manuales, etc.

Será necesario entonces, que los padres tengan en cuenta las diferentes habilidades de los hijos y por lo tanto las exigencias serán distintas a la hora de exigirles objetivos.

También es verdad que aunque la mayoría de los padres lo nieguen, muchos padres tienen preferencia por uno de sus hijos y esto es una situación natural ya que existen razones de afinidad como gustos similares, aficiones e inclusive tipos de personalidades semejantes, cualquiera de estas causas siempre los acercará y esto no debe traducirse como que se tenga menos amor por el otro u otros hijos.

El problema surge cuando esa empatía se transforma en un favoritismo que el adulto no puede controlar perjudicando de forma indirecta a los demás hijos siempre en pos de beneficiar a su preferido.

El problema está cuando este favoritismo no se controla y es descarado o se perjudica a los demás en beneficio del preferido.

Como en todo problema siempre existen soluciones y en estos casos deberán verse la manera de buscar una equidad y tratar a todo los hijos como personas individuales que serán atendidos teniendo en cuenta sus diferencias.

Una manera es elogiando y compartiendo tanto los logros como talentos de cada hijo por igual. Evitar las comparaciones ya que esto solo crea mayor rivalidad, celos e inseguridad entre los niños.

Puede que alguno de los padres o ambos no gusten tanto de la personalidad de uno de sus hijos y generalmente esto ocurre porque sus características recuerda a otra persona con la cual no se tiene buena relación, un hermano, suegro, suegra, etc.

Para tratar de equilibrar esta circunstancia lo mejor es tratar de encontrar en ese hijo las similitudes que refuercen el vínculo padre-madre-hijo.

Asimismo, en ocasiones puede darse el caso que por una parte el padre tiene un hijo preferido y la madre otro, cuando existen este tipo de situaciones y el acercamiento al hijo resulta difícil, cuando esto ocurre lo mejor es hablar con la pareja y pedirle ayuda para descubrir la mejor forma de llegar a él.

Lo esencial es pensar siempre en función de una familia y no de forma individualista, esto acercará mucho más los afectos de cada uno de los miembros y ayudará a que los hermanos puedan avanzar en una relación de compañerismo y cariño mutuo.

Foto Vía:gustavoduarteo