La enuresis, un problema de fácil tratamiento

La enuresis es un problema que se produce cuando existe una secreción nocturna insuficiente de una hormona llamada vasopresina (ADH) pero también en algunos casos puede deberse a un retardo en la maduración adecuada de la vejiga en algunos niños. La enuresis, un problema de fácil tratamiento

Cualquiera de estas dos causas forma parte del 90% de los casos que se consultan al pediatra y solo el 10% restante se deben a un trastorno de tipo psicológico.

Cuando el problema se manifiesta es necesario acudir al pediatra ya que según estadísticas recientes son pocos los casos de niños que se diagnosticas y tratan adecuadamente de enuresis.

Esto ocurre debido a que la mayoría de los padres no le dan la debida importancia al episodio o por vergüenza no realizan la consulta recomendada.

Una falta de diagnóstico puede causar en los niños un alto grado de insatisfacción y producirles una falta total de integración con el mundo que los rodea y allí sí pueden acabar padeciendo problemas a nivel psicológico, autoestima baja, problemas de ansiedad y depresión.

La actitud de los padres no debe ser la de regañar o castigar al niño que sufre de enuresis, por el contrario la comprensión y la visita al médico son las soluciones apropiadas, ya que otro tipo de actitud solo logrará que el problema se extienda y empeoren la dolencia.

La enuresis es un problema que puede prevenirse, tratarse y controlarse sin complicaciones siempre y cuando los padres se informen sobre el tema, algo de gran ayuda para el pediatra que tendrá la contención familiar para tratar al pequeño y lograr resultados más rápidos. No es necesario por ejemplo, levantar al niño varias veces por la noche para hacerlo orinar, esto no soluciona el problema y solo es un suplicio para todos los integrantes de la familia.

Apoyo, comprensión y paciencia son la mejor manera de ayudar al niño que sufre de enuresis, además de un diagnóstico hecho a tiempo que al no hacerse puede derivar en problemas psicológicos y que en muchos casos causan un menor rendimiento escolar, un carácter introvertido, ansioso y la imposibilidad de sociabilización que tiene un niño, como por ejemplo el no poder ir de campamento, dormir en la casa de un amigo o cualquier otra situación que puede dejar al descubierto su problema.

Se trata de un problema con tratamiento sencillo y puede curarse en un tiempo breve, con fármacos y un seguimiento de medidas de conducta, siendo el secreto del éxito seguir las recomendaciones del médico al pie de la letra.

Dejar de ver este problema como una patología tabú y de la cual no puede hablarse es fundamental y darle un entorno de normalidad al problema que ayuda al niño a sentirse más seguro y aceptar que es un problema que tiene fácil solución.

Durante la consulta, el pediatra hará ciertas preguntas a los padres como cuántas veces orina por día el niño, cómo es su sueño y si existe algún antecedente familiar.

También, realizará una exploración física del niño y analizará reflejos, control de peso y talla.

Una historia clínica hecha adecuadamente le brindará al pediatra los elementos necesarios para elegir el tratamiento a seguir.

Foto Vía: ehlersdanlos