Una noche de fiesta: Halloween

fiestaYa llega la noche del 31 de octubre y ésta se llena de fantasmas, de brujas, de monstruos, calabazas y murciélagos. Los niños se disfrazan, decoran la casa y hacen fiestas con sus amigos. Descubre cómo puedes sorprenderles para que se lo pasen de “miedo” esa noche.

Fiesta en casa

A los más pequeños les encantan la oscuridad, los sustos, etc. por eso es una noche ideal para recorrer toda la casa con una linterna y completamente a oscuras, o contarles cuentos escalofriantes o cocinar un pastel de calabaza.

Diferentes disfraces para todos

Disfrazarse resulta muy divertido y más todavía si son ellos mismos con ayuda de los mayores quienes preparan sus propios trajes. Además de los típicos disfraces de brujas, vampiros o fantasmas, se pueden innovar otros tan solo con añadir algunos cambios. Por ejemplo podéis convertir un bonito traje de hada en uno de bruja si a los hombros se les cose una cinta negra de satén a modo de flecos y después se atan a la cintura. Se pueden poner también algunos trozos en la falda y pegar siluetas de fieltro negro de murciélagos. El toque final lo pondréis colocando una escoba, un gorro de bruja y una vara de murciélago.

Juegos

Podéis jugar por ejemplo a “¿quién es el fantasma?”. Para ello se divide a los niños en dos equipos y mientras uno de los equipos sale de la habitación, el otro equipo elige a su “fantasma”, al que se le cubre con una sábana blanca sin que se le vea absolutamente nada. Los otros niños del equipo deben esconderse. Después el otro equipo puede entras y sin hablar y sin ninguna pista, deben adivinar quién es el simpático fantasma.

Un concurso de disfraces

Otra de las opciones es organizar un divertido concurso de disfraces para que todos los pequeños voten el disfraz que les dé más miedo. El premio podría ser una bolsa de chuches en la que no pueden faltar fantasmitas, dentaduras de vampiros, etc. También puedes regalarles un libro de vampiros o brujas o incluso una peli de miedo infantil.

Decorar la casa

Todo resultará mucho más emocionante si además de disfrazarse, se prepara una fiesta de Halloween y se decora la casa con adornos de miedo. Para ello solo habrá que poner un poco de imaginación colocando por ejemplo en la entrada de la casa una tira de murciélagos colgada en el techo, telarañas en las lámparas o guirnaldas de calabazas por toda la casa.

Puedes adornar también las ventajas y los espejos con calabazas, fantasmas o murciélagos adhesivos. Unos globos naranjas y otros negros, darán un divertido toque de color a esta fiesta.

Y como no podía ser de otra manera, no hay una fiesta de Halloween que se precie sin una buena calabaza. Para ello hay que preparar una grande y otras más pequeñas. Eso sí, los niños deben vaciar las calabazas con ayuda de una cuchara y después los adultos con un cuchillo se encargarán de hacer la nariz, los ojos y la boca.